El comentario del ex ministro de defensa Ehud Barak de que Israel estuvo a punto de atacar las instalaciones nucleares de Irán pero que el plan fue “rechazado por militares y políticos cobardes” podría sacudir la política israelí.
La entrevista filtrada, en la que Barak describe al primer ministro Benjamin Netanyahu como un hombre indeciso y obsesivamente pesimista, era la comidilla nacional ayer domingo en un país obsesionado con Irán. Pero más allá de sus afirmaciones, el siempre calculador Barak pudo haber estado pensando en el futuro, quizás para intentar volver a gobernar.
La entrevista a Barak, filtrada el viernes al canal 2 de la televisión israelí, coincide con la publicación de una nueva biografía suya. Danny Dor, uno de los autores de un libro, dijo que Barak sabía que lo estaban grabando y afirmó que nunca hubo promesa alguna de no publicar sus declaraciones.
También ex primer ministro, Barak es respetado como el último líder del moderado Partido Laborista en ganar una elección tras derrotar a Netanyahu en 1999. Pero los analistas consideran que desperdició su oportunidad con sólo dos años en el gobierno que cimentaron su reputación de brillante pero arrogante y propenso a análisis complicados y maquinaciones sin fin.
Más adelante Barak retornó a la política y fue ministro de defensa del 2007 al 2013, cuando se alineó con Netanyahu, recientemente reelegido, para advertir sobre el peligro de un Irán nuclear. Dejó la política cuando el Partido Laborista se debilitó. Ahora, a los 73 años, podrían quedarle pocas oportunidades de volver.