El presidente italiano, Sergio Mattarella, designó este lunes al economista Carlo Cottarelli, ex funcionario del Fondo Monetario Internacional (FMI) y defensor de la austeridad, como jefe de gobierno, quien anunció que dirigirá Italia hacia nuevas elecciones "a más tardar" a inicio del 2019.
Se trata de una salida de emergencia tras la grave crisis institucional provocada después de que fracasara el domingo la formación de un gobierno acordado entre la ultraderechista Liga y los insumisos del Movimiento 5 Estrellas (M5S), los dos partidos más votados en las elecciones del pasado 4 de marzo.
El economista, de 64 años, que ha trabajado con varios gobiernos de centro-izquierda, prometió liderar un gobierno "neutral", que garantice el manejo "prudente" de las cuentas públicas y que tranquilice a los mercados y a la Unión Europea (UE).
"Voy a presentarme ante el Parlamento con un programa que, si obtengo la confianza, prevé sólo la aprobación de la ley de presupuestos, tras lo cual se disolverá para celebrar elecciones a más tardar a inicios de 2019", anunció Cottarelli.
El llamado "Señor Tijeras" por los recortes a las cuentas públicas, es posible que no obtenga la confianza del Parlamento, cuya mayoría la tienen el M5E y la Liga de Matteo Salvini.
"En ese caso renuncio y la tarea será la de acompañar al país a nuevas elecciones para después de agosto", advirtió.
Fuentes de prensa explicaron que aún si el gobierno de Cottarelli no cuenta con la confianza del Parlamento tendrá a cargo los asuntos corrientes.
"La economía italiana se encuentra en pleno crecimiento y las cuentas públicas están bajo control. Un Gobierno guiado por mí aseguraría una gestión prudente de nuestras cuentas públicas", prometió.
"El diálogo con Europa es clave, debe ser constructivo con el reconocimiento del rol de Italia como país fundador de la Unión Europea y de nuestra participación en la eurozona", recalcó en un mensaje dirigido al resto del continente, preocupado con la llegada al poder de las formaciones llamadas populistas y muy críticas con la política económica europea.
Tras su designación, el diferencial, es decir la brecha entre los rendimientos de los bonos a diez años en Italia y Alemania, ha reaccionado de manera agitada.
El lunes de mañana registró su nivel más alto desde noviembre de 2013 ubicándose a 233 y disminuyó a mediodía a 192.
El economista, que prometió mantener la neutralidad y la de sus ministros, goza del apoyo sólo del Partido Democrático (PD), el gran perdedor de las elecciones de marzo tras cinco años al poder.
Forza Italia, el partido del magnate Silvio Berlusconi, rehabilitado políticamente, anunció que no le dará su apoyo para preservar la unidad de la coalición de centroderecha y la alianza con Salvini.
No se trata de la primera vez que en Italia designan a una personalidad con un perfil técnico para gobernar momentos difíciles.
Fue el caso de Mario Monti, nombrado en 2011 para frenar las turbulencias de los mercados y las presiones de Europa.
La figura de Cottarelli y sobre todo su pasado como miembro por casi 30 años del influyente Fondo Monetario Internacional, genera fuertes críticas de algunos sectores.
"Es un golpe de Estado financiero", tituló el diario Il Fatto Quotidiano, que considera que se ha "arrojado a la basura" el voto de 17 millones de italianos.
Entre los más indignados con Mattarella figura el líder del Movimiento 5 Estrellas, sobre todo después de que el presidente vetara el domingo el nombramiento del euroescéptico Paolo Savona como ministro de Economía.
"Inútil que se vote en Italia. Los gobiernos los deciden los 'lobbies' financieros", reaccionó Di Maio.
"Italia no es una democracia, no se respeta el voto popular. Los poderes fuertes quieren una Italia esclava, pobre y precaria", protestó por su parte Salvini.
Los dos movimientos han convocado a manifestaciones de protesta en todo el país para denunciar lo que consideran una violación del resultado electoral.
"Invito a todos a participar en una manifestación el 2 de junio en Roma para decir pacíficamente que nuestro voto sí vale", lanzó di Maio, mientras los militantes de Salvini ocuparán 100 plazas en toda la península.
En un mensaje oficial, el presidente Mattarella explicó el domingo que "la designación del ministro de Economía constituye siempre un mensaje inmediato de confianza o de alarma para los agentes económicos y financieros".
Mientras la UE abogaba este lunes por un gobierno estable y proeuropeo en Italia, la líder de la ultraderecha francesa, Marine Le Pen, denunció "un golpe de Estado" de la Unión Europea en Italia.
También ha sido muy crítico el exministro de Finanzas griego Gianis Varoufakis, que se interrogaba este lunes sobre la controvertida decisión del presidente Mattarella de vetar al ministro contrario a la moneda única.
"¿Hubiera vetado con la misma firmeza a un ministro del Interior, como hubiera sido Salvini, dispuesto a expulsar 500.000 inmigrantes, un proyecto monstruoso? Sobre eso no tuvo escrúpulos, ni una palabra dijo", escribió.