El Alzheimer parece afectar más a las mujeres. Así lo sostienen estudios internacionales y que corroboran especialistas locales. Sin embargo, así como se desconocen las causas de esta enfermedad, tampoco se sabe aún a qué obedecería esta mayor predisposición femenina. Algunos de los abordajes sostienen incluso que las mujeres parecerían tener una peor evolución.
La Conferencia de la Asociación Internacional de Alzheimer que se realizó en Washington, Estados Unidos, la última semana, fue el marco en el que se presentaron nuevos avances que permiten conocer un poco más de esta patología de la cual no hay cura.
Se trata de una enfermedad progresiva y degenerativa del cerebro que provoca un deterioro en la memoria, el pensamiento y la conducta de la persona.
Ahora, una investigación de la Universidad de Duke concluyó que el deterioro en las mujeres es mucho más rápido que en los varones. Los científicos compararon a 400 hombres y mujeres con daño cognitivo leve, modificaciones de la memoria que no interfieren con las actividades cotidianas pero que señalan un riesgo creciente para el desarrollo de Alzheimer.
Los estudiaron a lo largo de 4 años y, en algunos casos, hasta 8, luego de lo cual observaron que, en general, las mujeres presentaban el doble de daño que ellos en su memoria y habilidades de razonamiento. En la escala que utilizaron, los hombres bajaron un punto por año y ellas, dos.
Como suele ocurrir con este tipo de abordajes, algunos cuestionan que sean suficientes como evidencia científica. En este caso particular, señalan como escasa la cantidad de pacientes y tiempo de seguimiento. La investigación no pudo precisar las causas del desmejoramiento femenino, como tampoco pudo afirmar que esto permita suponer que las mujeres tienen más chances de alcanzar la demencia plena.
Según los datos presentados en EEUU, mujeres saludables de 65 años tienen casi el doble de posibilidades de desarrollar Alzheimer que los hombres. Esta edad es fijada como el punto inflexión a partir del cual es más esperable su aparición.
“Uno siempre sospecha después de los 60 ó 65 años pero el Alzheimer no respeta edad”, explicó a Los Andes el neurólogo local Sergio Güizzo, por lo que pueden presentarse casos en personas más jóvenes.
Por otra parte, la Iniciativa de Neuroimagenología de la Enfermedad de Alzheimer comparó muestras de tomografía computarizada por emisión de positrones para determinar la cantidad de la proteína beta-amiloide acumulada en el cerebro de 1.000 varones y mujeres. Las placas amiloideas son una característica del Alzheimer y los niveles crecientes pueden indicar quién está en riesgo antes de la aparición de otros síntomas.
“En general, las mujeres tienen más amiloide que los varones”, aun en el grupo cognitivo normal, dijo Michael Weiner, de la Universidad de California (EEUU), aunque no se puede saber por qué.
Por otra parte, en personas sometidas a anestesia total en una intervención quirúrgica pueden aparecer con posterioridad problemas cognitivos duraderos. Algunos investigadores sostuvieron que las mujeres corren más riesgo de empeorar.
Mayor expectativa de vida
Médicos locales consultados aseguraron, con mayor o menor contundencia, que es efectivamente en el género femenino donde se aprecia mayor incidencia del Alzheimer, aunque sin presentarse grandes diferencias en cuanto a su manifestación. Es que en realidad la evolución y síntomas variarán en cada paciente.
Una de las variables que siempre se consideran es la mayor expectativa de vida de las mujeres ya que, a mayor edad, hay más chances de desarrollarla.
A modo de referencia, Güizzo indicó que entre los 65 y los 69 años pueden aparecer 3 casos cada 1.000 personas, mientras que entre los 85 y los 89 ascienden a 40/1.000.
Por su parte, el especialista Daniel Zuin señaló que “se cree que puede haber una vinculación con el aspecto hormonal pero todavía no se ha pedido relacionar alguna carencia en este sentido con su desarrollo, ni se utilizan suplementos hormonales”.
De todas formas, aclaró que “hay que tomar con pinzas los estudios epidemiológicos porque pueden aparecer algunos que concluyan algo y otros todo lo contrario”.
También confirmó que es más rápido el deterioro en las mujeres, particularmente en las más jóvenes, ya que en las de mayor edad no es muy significativa la diferencia con el varón.
Güizzo agregó que en personas más jóvenes se nota más la afectación de sus capacidades, dado que se encuentran en una etapa plena de actividades, por lo que no pueden desempeñarse bien en su rutina.
En cuanto a la forma de manifestarse según el sexo, Zuin dijo que en la mujer son más frecuentes los trastornos conductuales (irritabilidad, depresión) y, en los hombres, cuestiones de tipo ejecutivo, de realización de ciertas actividades.
