A pesar de que en el Ártico viven pocas personas, algunos mares de esa región están fuertemente contaminados con plástico debido a una corriente del océano Atlántico que arrastra los residuos hasta allí, sostuvieron el miércoles investigadores.
En 2013, los científicos a bordo de la goleta francesa Tara, entre los que estaba el español Andrés Cózar, de la Universidad de Cádiz, se sorprendieron al ver que los mares al este de Groenlandia y al norte de Escandinavia son un callejón sin salida para los plásticos, dijo el informe publicado en la revista Science Advances.
Los hallazgos "subrayan la importancia de manejar adecuadamente la basura plástica en su origen, porque una vez que llega al océano su destino puede ser impredecible", dijo el estudio.
El fenómeno por el que los mares de Groenlandia y Barents se convierten en un basurero es la circulación termohalina, una corriente también conocida como "cinta transportadora oceánica", que lleva restos de plástico a la zona a través de las aguas.
La ruta del plástico a través del Atlántico Norte también fue rastreada utilizando 17.000 boyas satelitales.
El estudio estima que cientos de millones de desechos y fragmentos de plástico flotan en la superficie de los océanos, además de los que se hallan en el fondo marino.
Cerca de 8 millones de toneladas de plástico son vertidos anualmente en los océanos, de acuerdo con otro estudio publicado en 2015 en la revista estadounidense Science.
Actualmente, los científicos piensan que podría haber hasta 110 millones de toneladas en los océanos.
Los investigadores dijeron que determinados artículos plásticos hallados en grandes cantidades sugieren que "habían viajado desde orígenes lejanos, como las costas del noroeste de Europa, Reino Unido y la costa este de Estados Unidos".
De acuerdo con el estudio, el plástico que flota en el Ártico representa menos del 3% del total mundial, pero la investigación advierte que continuará acumulándose en los próximos años.