¿Qué pasa si lo que nos cuestionamos del teatro y del oficio lo llevamos a escena? ¿Y si no acatamos las “reglas” y hacemos eso que no se debe hacer?
Como artistas, como actores, la pregunta constante, la investigación y la búsqueda de un lenguaje propio, dentro de un terreno abierto como es el teatro, para Víctor Arrojo y Marcela Montero es una constante.
Y la experiencia, no hace más que motivarlos para sumergirse en lo desconocido y no resignar el juego.
Esas son las ideas que movilizaron a ambos a emprender una nueva aventura escénica en “Tiempo Compartido (Nunca es un simple juego de palabras)”. Peripecia que los reúne por primera vez a Marcela Montero, Guillermo Troncoso y Víctor Arrojo en la dirección, que estrena esta noche en la sala Cajamarca.
“Comencé trabajando con Marcela en un principio y luego lo convocamos a Guillermo. Básicamente por una motivación de investigación, muchas cosas que uno piensa sobre el teatro y la profesión, y te estás cuestionando permanentemente. Además, desde nuestra tarea docente, siempre estamos muy motivados en el tema de entender el teatro, que no es nada fácil. Siempre va a terminar siendo un misterio. Escribí un texto que decía: el teatro es como un desierto, pensás que es una cosa y al otro día es lo opuesto. Es un territorio de permanente transformación. Porque no es un concepto, es algo que se va construyendo”, afirma Arrojo sobre este montaje que nació de la investigación para marcar y revalorizar al teatro como experiencia.
Tres para jugar
Aunque son contemporáneos, anteriormente no tuvieron la oportunidad de reunirse en un mismo proyecto. Sí lo hicieron por separado; Arrojo y Troncoso en el drama “Ella” (2011) y Marcela Montero junto con Guillermo Troncoso en la obra “Lorca, un andaluz tan claro”.
Ahora, y con más de tres décadas de oficio, se unen en esta experiencia teatral diferente.
“Lo interesante y provocador del proceso fue la idea de sacarle al teatro varios elementos que son del teatro. Despojar el teatro, dejar bastones de lado y ver hasta dónde uno puede caminar sin esos bastones. Es un teatro que no tiene acción, el concepto de personaje está desdibujado. Y sobre esas ideas descubrimos un mundo inquietante. Muy divertido, muy lúdico. Parece en broma, pero vamos a hacer algo que nunca hicimos”, cuenta el director sobre el proceso, que luego de un año y medio de trabajo, confluye en una obra que cuestiona al teatro desde varias aristas.
-Y la palabra, ¿qué peso tiene en esta construcción?
-Toda. Descubrís de repente que va a terminar siendo lo indispensable. Pero así y todo, en un momento devaluada. Es un espectáculo que se puede contar, pero hay que compartirlo. Revalorizar el concepto de experiencia en la representación.
-¿Cómo fue la construcción de la dramaturgia?
-Fuimos escribiendo sobre textos que estaban escritos y tomé un poco el tema de la dramaturgia. Incorporamos textualidad de los actores.
Se puede decir que fue una dramaturgia de dirección.
-Luego de su vasta experiencia en el teatro, ¿qué conclusión sacaron tras esta investigación?
-El teatro es un territorio abierto, en el cual se puede seguir caminando. No se si creando, si no nuevas miradas. Acá jugamos mucho a pervertir determinadas normas, a preguntarnos sobre esas cosas que nos dijeron que no se pueden hacer en teatro. ¿Qué pasa si las hacemos? O: vamos a hacer todo lo que estaba prohibido, es una provocación a un tipo de teatro, al cual nosotros hemos hecho.
Cuestionarse e investigar no pasa por la edad o la experiencia, pasa por la actitud, de buscar lo desconocido. Que no quiere decir que el día de mañana no hagamos un teatro convencional, cosa que hacemos en paralelo. No generamos una antinomia, queremos que cada producto tenga su identidad y su pulsión muy clara.
La ficha
Tiempo compartido (Nunca es un simple juego de palabras)
Dirección: Víctor Arrojo.
Actúan: Marcela Montero y Guillermo Troncoso.
Día y hora: hoy, a las 22. Repite sábado 30 de julio.
Lugar: Teatro Cajamarca (España 1767).
Entrada: $100. Reservas: 423-7828 y 156- 995636.
