Finalistas lógicos. Otra opción no cabía. Como aconteciera en el Apertura 2012, la Asociación Deportiva Anzorena y el Centro Deportivo Rivadavia lucharán por el anillo del campeón. La cita será esta noche a partir de las 20, en el estadio Gustavo “Torito” Rodríguez de la ciudad de San Martín. No existe margen de error y el equipo que cante victoria cortará las redes.
Más allá de disfrutar el privilegio de estar en la gran final, tanto Anzorena como Rivadavia, tuvieron que trabajar, y mucho, para eliminar a sus rivales de semifinales. En el Este, y en una especie de revancha, ya que el año pasado le arrebató el título Anual, el equipo Naranja doblegó a Atenas Sport Club por 76-61.
El conjunto de Fernando Minelli no arrancó de la mejor manera. Es más, el Apache se llevó el primer parcial por 3 puntos: 18-15, con una notable actuación de Joel Sierra (12 puntos). En el segundo parcial, la visita seguía controlando el juego y el base local, Diego Cabañez, llegó a la cuarta falta personal. Cambio de Minelli: adentro la gran promesa mendocina, el juvenil Andrés Llaver, el “Mágico” Cabañez al banco. Rivadavia reaccionó y se fue al descanso largo por cuatro puntos arriba: 37-33.
En el tercer parcial, Atenas se quedó sin poder ofensivo y solamente dependió de Gabriel Rivero. Por su parte, en Rivadavia creció la figura de Facundo Alberici y Nicolás Seoane y gracias a ello consiguió la máxima diferencia del partido: 11 puntos (59-48). En el último parcial, el quinteto Naranja no sacó el pie del acelerador. Jugó con la diferencia a su favor y se metió en su décima final de campeonato consecutiva. ¡Impresionante!
En tanto que en la Catedral del Básquet Mendocino, Anzorena no tuvo piedad con un San José que puso cierta resistencia gracias al coraje y la jerarquía de los hermanos Rubia, Lucas y Facundo. Fue triunfo por 90-59 y el quinteto de Sebastián Figueredo dejó en claro que sueña con recuperar su predominio en la competencia doméstica.
Con múltiples opciones ofensivas, defensivas y aprovechando el máximo la velocidad en cada salida de transición, el Rojo se fue al descanso largo con una diferencia de 15: 52-37. En el tercer cuarto, Anzorena apostó a su tiro perimetral y fue letal con conversiones de Leandro Masieri, Ignacio Revellino y Nicolás Aguilera. Además, una vez más, fue vital el aporte de Juan Luca Hernáez. El elenco de la Sexta brindó una lección de básquet, hoy quiere dar cátedra en el Este provincial. ¿Podrá?