Desde el Cuerpo Médico Forense investigan las características de la conducta suicida consumada. El trabajo iniciado hace unos años busca aportar datos que sirvan a la salud pública para prevenir muertes en el ambiente cercano de quienes tomaron la drástica decisión de poner fin a su vida.
"Cuando una persona próxima a nosotros muere por alguna causa médica, tras el doloroso proceso de duelo, la recordamos en función de su vida y no de su muerte. Pero cuando se trata de suicidio pasa lo contrario, es decir, persistimos en examinar una y otra vez cómo lo hizo, por qué y lo que podríamos haber hecho para evitarlo". Así fue el inicio de una charla que tuvo como eje principal no el suicidio en sí, sino cómo ayudar a la familia que atraviesa este momento.
Participaron de la entrevista la licenciada en psicología Laura Squillario y la doctora Ana Cecilia Interlandi, médica psiquiatra, quienes forman parte del cuerpo de peritos del Cuerpo Médico Forense.
Las profesionales comentaron que esta investigación surgió de manera interdisciplinaria compartiendo experiencias con compañeros peritos médicos que realizaban autopsias en la institución. Señalaron que en este tipo de muerte violenta, como es el suicidio, los familiares mostraban un alto grado de afectación en todo el proceso.
"Ahí apareció esta posibilidad de estudio que fue propuesta a las autoridades del Poder Judicial, en la persona del doctor Javier Salinas, que nos dio la autorización y el apoyo para empezar esta tarea en la que estamos abocadas", señaló una de las profesionales.
Pérdidas a nivel mundial
La prevención del suicidio fue el lema impuesto por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para conmemorar, el pasado jueves, el Día Mundial de la Salud Mental. De acuerdo a la misma fuente, "a nivel mundial cada 40 segundos se produce un suicidio, por lo que cada año cerca de 800.000 personas fallecen por esta causa", mientras que por cada suicidio "hay 20 intentos fallidos".
Esos números, tan fríos como la misma muerte, son compatibles con lo que ocurre en nuestra provincia.
Sin embargo, desde el Cuerpo Médico Forense se encuentran trabajando con un grupo interdisciplinario en busca de remediar lo que se califica como una tragedia que afecta, principalmente, a la familia pero que se puede extender a parejas, amigos y hasta compañeros de trabajo.
La mayoría de los trabajos de investigación respecto a este tema están referidos a la víctima potencial del suicidio pero no a la familia para ver cómo van a elaborar ese duelo, que inicialmente lleva una sola pregunta: ¿por qué?. A lo que se suma otra inquietud: ¿se puede repetir con otro familiar? O cuando directamente se lo quiere ocultar al hablar, entre otras razones por el estigma que ocasiona, atribuyendo la muerte a un "accidente".
Más adelante, al profundizar sobre el trabajo, Interlandi y Squillario destacaron que "los sentimientos de culpa y auto reproche son también comunes e intensos, pudiendo en algunos casos desarrollar diferentes cuadros psicopatológicos o intensificar cuadros preexistentes". "Por este motivo, y en consonancia con los lineamientos de la OMS, consideramos fundamental orientar, contener y sostener a quienes atraviesan este proceso de duelo y es ahí donde nuestra intervención tiene un alcance netamente preventivo", apuntaron.
La muerte, en números
Si bien las cifras existentes son de los años 2015, 2016 y 2017 (el 2018 aún está en elaboración), se pudo conocer que en esos tres años 2.372 personas intentaron quitarse la vida en nuestra provincia, siendo el 2017 el año que registró el mayor número: 1.175.
Otro dato relevante fue el hecho de que las edades donde se registraron más casos van de los 14 a los 34 años, transformándose en la segunda causa de muerte traumática en edades infanto-juveniles.
"En definitiva, la idea propuesta desde el Cuerpo Médico Forense va dirigida a la familia que en forma por demás sorpresiva perdió a un ser querido, para que pueda encontrar un canal de ayuda donde obtener respuestas emocionalmente frente a esta pérdida", reflexionó una de las profesionales.
Interlandi y Squillario finalizaron su análisis asegurando que "no se trata de alarmar a la población, si no de una escucha empática que ponga a disposición y facilite el acceso a los diferentes espacios especializados que existen y pueden acompañar en este proceso".
Ambas profesionales insistieron en dejar un mensaje claro a la población al señalar que existen en este momento diferentes tratamientos posibles frente a malestares emocionales intensos y las personas pueden consultar en la red de Salud Mental para su abordaje. Finalmente recomendaron: "Si usted nota que su familiar o amigo atraviesa una crisis, puede acompañarlo a realizar esta consulta. Cualquier sector de la red de Salud de la provincia tiene los medios para orientar y también para asistirlo. Y siempre, en caso de urgencia, se debe comunicar a la línea 911".