El tremendo directo de derecha de Matías Rueda impactó de lleno en el rostro de Daniel Brizuela y dejó sin posibilidades al mendocino, y se desplomó a 23 segundos del final del primer rounds.
Tras la clara mano, La Cobrita acompañó con una izquierda y un cros más de diestra cuando Tatú iba cayendo totalmente inconciente.
Fue nocaut, uno impactante por cierto, para ex olímpico en Atenas 2004, que preocupó a todos debido a que se cayó hacia un costado con los pies juntos. Luego de algunos minutos se recuperó y recibió la ovación del estadio.
Antes de esta mano decisiva, Rueda lo había alcanzado con un cross entre el guante y el rostro a 38 segundos del final, mano que el mendocino por lo visto sintió. Así, en la noche de Tandil, Rueda volvió a deslumbrar como pegador y noqueador.
Tatú antes de viajar sostuvo que estaba en óptimas condiciones y que le iba costar a Rueda encontrarlo: “Físicamente estoy muy bien y hemos trabajado mucho con el profe. Si gano esta pelea pienso hacer una o dos más si se puede a nivel internacional y me retiro. Ya estoy cansado, son muchos años en esto”, nos había contado en su momento.
Será el principio del fin de Tatú, que sigue viéndose muy endeble y lejos de aquel boxeador de cualidades técnicas extraordinarias.
La Cobrita venía de dar vergüenza en Las Vegas frente al mejicano Oscar Valdez, quien lo noqueó en dos rounds y se consagró campeón mundial pluma de la Organización Mundial (OMB), pero se mostró tan sólido como de costumbre y no le costó para nada encontrar a quien fuera un estilista exquisito en las cuerdas.
El boxeo mendocino con el triunfazo de Jonathan Barros frente a Satoshi Hosono -hace un mes en Japón- volvió a reverdecer luego de una pausa muy importante. Triunfo que le permite a Barros ir por el título mundial pluma de la Federación Internacional (FIB) con fecha a confirmar.
Luego se sumó el retorno de de Juan Carlos Reveco, ex campeón mundial mosca, quien vuelve a escena el de 2 diciembre en Malargüe frente al dominicano radicado en Argentina, Diego Pichardo, y Tatú Brizuela de alguna manera entusiasmó con su choque frente a Rueda, más allá de que no dejaba de ser absolutamente riesgoso. Hoy, la realidad muestra un Tatú frágil.
El boxeo mendocino este fin de semana tuvo dos golpes al plexo, recuperables por cierto, pero que no dejaron de ser certeros. Primero; la lesión de Juan Carrasco quien derrotó a Nazareno Gatti, por nocaut en el primer rounds en la Federación Argentina (FAB), pero en uno de los cruces sufrió doble fractura de mandíbula, de la que sería operado hoy en Buenos Aires y lo tendría unos seis meses alejado de los cuadriláteros.
Juancito hoy por hoy está considerado el proyecto más serio del pugilismo nacional. Y en segundo lugar, la tremenda derrota de Tatu Brizuela a manos de Rueda. Habrá que barajar y dar de nuevo.
