En Córdoba, ante un flojo marco de público, Gutiérrez rescató un punto de oro en su visita a Talleres y cerró su participación en la primera fase cortando una mala racha de tres derrotas consecutivas.
El primer tiempo fue casi un monólogo de la T. Decimos casi porque el Celeste supo acertar en la única clara sobre la valla de Ischuk y terminó celebrando un tanto que no estaba en los planes de nadie. Hubo absoluto asedio del local sobre el arco de Aracena. Por la derecha, con el tandem Roselli-Ortega, Talleres encontró la llave para desequilibrar. Fueron varias las chances que no terminaron dentro del arco local por milagro. Recién después de la apertura del marcador acertó Goiri un cabezazo para poner la igualdad. Si no hubo triunfo parcial de los cordobeses fue por las manos del Pity. Primero le tapó un remate furioso a Strahman y luego el rebote a Ereros. El once de Abaurre casi no tuvo control de balón y fue superado por su rival.
Todo se desarmó apenas iniciado el segundo tiempo. Ni Talleres, ni mucho menos Gutiérrez, pudieron desequilibrar y apenas se repartieron la pelea en la zona media. El juego, repleto de imprecisiones, no tuvo nada para destacar. Los cambios dieron sentido a lo que cada uno buscaba. El local lo buscó sin éxito y el Celeste sumó un punto fundamental en lo anímico. Sin embargo, no salió del fondo y sigue padeciendo.