Patronato llevaba 14 partidos sin perder en Paraná con once alegrías y tres pardas (de hecho, su última caída fue en junio de 2015). Arsenal, por su parte, cargaba con nueve derrotas en las últimas 10 veces que le tocó salir del Viaducto.
Por eso, la ilusión de Patrón era darse la primera alegría en la máxima categoría. Deberá esperar...
A ambos les sobraron piernas y cabezas pero les faltó cerebro, e incluso en el primer tiempo se vieron de los peores cuarenta y cinco minutos del torneo.
Arsenal, con Caneo apagado y Boghossian impreciso, se redujo a acertar un centro en la cabeza de Bottineli o alguna corajeada de Gonzalo Bazán que nunca llegó. El Patrón, lejos de aportarle otro vuelo, amenazó de entrada con hacerle pasar una tarde agitada a Pellegrino pero quedó en insinuasiones.
Así y todo, en ese interín fue el elenco de Sarandí quien mostró mejores intenciones, aunque sin la cuota de claridad para romper el cerrojo que propuso Forestello.
El complemento vivió algo más de fútbol, pero no alcanzó para que ninguno de los dos llegara al gol y al final fue un punto para cada uno.
