Hasta hace dos semanas, la pregunta que se imponía en el circuito financiero local era cómo haría el Banco Central para comprar dólares cuando la divisa perforara el piso de la banda de flotación. Desde ese momento, que parecía inminente, el dólar empezó a subir. Primero lo hizo de a centavos. Pero el viernes pisó el acelerador y desde entonces escaló $2,50 en dos días. ¿Por qué la moneda estadounidense volvió a venderse a $40 en los bancos privados de mayor operación?
La respuesta, coinciden analistas, está en un relajamiento de la política monetaria del Banco Central. La autoridad monetaria continuó bajando la tasa de interés de las Leliq, las Letras de Liquidez a siete días que negocia a diario con los bancos y que constituyen la tasa de referencia. La semana pasada, la entidad monetaria que preside Guido Sandleris dejó en la calle casi 80 000 millones de pesos al no absorber un tercio de los $120 000 millones en Lebac que no se renovaron.
Gabriel Caamaño, economista de la Consultora Ledesma, sigue día a día el stock de Leliq. Y compara la actuación del Banco Central a mediados de octubre -el 16 de ese mes vencieron Lebac y buena parte de ese stock no se renovó- con cómo lo hizo a partir del martes pasado, cuando de nuevo debió enfrentar un vencimiento de Letras.
En la política monetaria acordada con el FMI, la tasa monetaria es endógena al sistema, que prioriza la “emisión monetaria cero”. Así, la tasa se define a diario, en función de la oferta y demanda de Leliq, el instrumento que negocia el BCRA con los bancos. Pero el BCRA es, en definitiva, el que decide cuántas Leliq emite al hacer el corte. Así, define la tasa promedio. Esa tasa bajó del 73 por ciento que supo alcanzar a mediados de octubre al 61,237% de este lunes.
El BCRA puede expandir la cantidad de dinero porque viene sobrecumpliendo la meta que se puso con el FMI. Además, tiene la posibilidad de crear más dinero en diciembre, cuando la demanda estacional de pesos aumenta -entre otras cosas, por el pago del medio aguinaldo-. Según lo pautado, la autoridad monetaria puede hacer crecer hasta 6% la base monetaria el último mes del año.