Un correo electrónico de 2007 muestra que Joseph Blatter, presidente de la FIFA, y el entonces presidente sudafricano Thabo Mbeki tuvieron “discusiones” acerca de un pago de 10 millones de dólares que presuntamente fueron a manos de directivos de fútbol corruptos como compensación por su apoyo a la candidatura de ese país como organizador del Mundial 2010, sostuvo ayer un periódico sudafricano.
South Africa Sunday Times informó, además, que el e-mail fue enviado por el secretario general de FIFA, Jerome Valcke, al gobierno de Sudáfrica para preguntar cuándo se hará la transferencia de la suma citada.
El periódico informó que en el correo electrónico, que no fue publicado, Valcke escribió que la cifra de 10 millones “tiene como base las discusiones entre FIFA y el gobierno sudafricano, y también entre nuestro presidente (Blatter) y el presidente Thabo Mbeki”.
Investigadores estadounidenses presumen en su investigación sobre el mundo del fútbol que ese dinero se lo entregaron a Jack Warner, quien actualmente está detenido, y otros dos altos cargos de FIFA por votar para que Sudáfrica fuera elegida como organizadora de la Copa del Mundo. De cuentas de la FIFA se transfirieron tres pagos a otras controladas por Warner a principios de 2008, informó el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
FIFA y el gobierno de Sudáfrica han dicho que el dinero fue donado en forma legítima a través de la FIFA pera promover el desarrollo del fútbol en el Caribe, la región que Warner controlaba. La oficina de Mbeki negó cualquier participación en sobornos en un comunicado que se dio a conocer cuando estalló el escándalo.
Según el Departamento de Justicia el dinero entregado por Sudáfrica que presuntamente se destinaría para el desarrollo del fútbol terminó en manos del trinitario Warner, quien era vicepresidente de FIFA, y el estadounidense Chuck Blazer, quien también pertenecía al comité ejecutivo de FIFA. Blazer aceptó que recibió sobornos en relación con la votación para elegir a Sudáfrica, celebrada en 2004, como el primer país de África que organizara ese evento.
Pedido para Warner
El gobierno de Trinidad y Tobago pidió a Warner entregarse a la justicia estadounidense para evitar un largo proceso de extradición, mientras dijo esperar que las nuevas evidencias contra el exvicepresidente de la FIFA sean investigadas a nivel local.
“Si en realidad al señor Warner le preocupa Trinidad y Tobago, debe ir (a Estados Unidos) y afrontar su juicio”, señaló el ministro trinitario de Justicia y Asuntos Legales, Prakash Ramadhar. “Algunos abogados tienen habilidades ilimitadas para estirar las cosas así que el proceso puede alargarse por un periodo extendido mientras Trinidad y Tobago sufre”, agregó.
Nueva evidencia
En 2008 la Confederación de fútbol de América del Norte, Centro y el Caribe (Concacaf), dirigida entonces por Warner, recibió 10 millones de dólares para un programa de ayuda a la diáspora africana en el Caribe, pero en realidad gran parte de los fondos fueron utilizados para sus gastos personales, según denunció la BBC.
Cerca de 1.6 millones sirvieron para financiar tarjetas de crédito y préstamos, 4.8 fueron a la cadena de supermercados de Trinidad JTA, y la mayor parte entregado al ex vice de la FIFA. Desde que se conoció que Warner formaba parte de las 14 personas, entre dirigentes y responsables de marketing, acusados por fiscales estadounidenses del amplio esquema de sobornos y corrupción de la FIFA, no han dejado de acumularse evidencias contra el trinitario.
Es que además se supo que Warner pidió 7 millones a Egipto (2004) a cambio de siete votos para el Mundial 2010. Ante todo esto, Warner negó las acusaciones y amenazó con revelar secretos de la FIFA, de su ex titular Blatter y del partido de gobierno en Trinidad y Tobago, al que perteneció antes de separarse en 2013.
Perderían sedes
El suizo Domenico Scala, titular de la Comisión de Auditoría y Cumplimiento de FIFA, admitió que se anularía el proceso de elección de las sedes de los mundiales de Rusia 2018 y Qatar 2022 si se comprueba que existió corrupción para la decisión final. “Si surgieran pruebas de que la elección de Qatar y Rusia ocurrió gracias a la compra de votos, entonces la elección sería invalidada”, dijo Scala al diario suizo Sonntags Zeitung.
Asimismo, Scala, que fue elegido por Blatter para dirigir las reformas estructurales en la organización ante los escándalos de corrupción que la acechan, destacó que aún no apareció ninguna evidencia. La Justicia suiza investiga supuestos actos de corrupción y le anticipó a los miembros que integraron el Comité Ejecutivo de FIFA en 2010 y que eligieron a ambas sedes que los convocará para reunirse con ellos.
En tal sentido, la investigación de la Justicia de Estados Unidos por corrupción en la FIFA, centrada en la adjudicación de contratos de TV y publicidad, también podría desviarse a la elección de las sedes de las dos próximos mundiales.
La película, un fiasco
“United Passions cuenta con la distinción de tener la peor fecha de estreno en la historia del cine”, escribió The Washington Post. Y tiene razón: el viernes se exhibió por primera vez en EEUU la película financiada por FIFA, que salió a la luz en pleno escándalo de corrupción, y donde el mismo Blatter es presentado como un héroe.
El filme es de lo peor que se ha visto en mucho tiempo, pero vale la pena invertir dos horas en la butaca para observar una buena dosis de cinismo.
No fue fácil verla porque en Washington y sus alrededores apenas se proyectó en un cine. El film de Frédéric Auburtin, cuenta el nacimiento de FIFA a través de tres de sus presidentes. Gerard Depardieu encarna al primero (Jules Rimet); Sam Neill a Joao Havelange y Tim Roth al renunciante Blatter.