Un ex entrenador de fútbol inglés fue hallado culpable de 43 cargos de abuso sexual contra 11 futbolistas menores de edad, en un juicio en el que brindó detalles sobre cómo se aprovechó de la confianza de niños que soñaban con ser profesionales.
Barry Bennell fue convicto por un jurado el jueves de siete cargos de abuso sexual, que se suman a los 36 cargos por los que fue hallado culpable el martes en la corte de Liverpool.
Los abusos ocurrieron durante la época en la que trabajó con los clubes Manchester City y Crewe Alexandra, entre otros, entre 1979-90.
El acusado, en 1995. / AFP (Archivo)
Bennell, de 64 años, será sentenciado el lunes. Ya había recibido otras tres sentencias de cárcel por otros delitos contra menores.
Bennell compareció ante la corte por circuito cerrado debido a motivos de salud. El ex entrenador movió la cabeza cuando se leyeron los veredictos.
"Permanecimos en silencio durante décadas, como nos dijo nuestro abusador", dijo afuera del tribunal Micky Fallon, una de las víctimas. "Vivimos con miedo durante décadas. Hoy se escuchan las voces de una generación".
La fiscalía describió a Bennell como un "pederasta en escala industrial". Muchos de los abusos ocurrieron en su residencia, la que fue descrita por las víctimas como un paraíso para niños con mesas de billar y golosinas.