Los drones son pequeñas aeronaves civiles no tripuladas que se manejan a control remoto, que han cobrado relevancia en los últimos tiempos por sus usos comerciales, registrales y bélicos.
Pero también podrían utilizarse para recolectar valiosa información luego de un sismo de gran magnitud.
La propuesta corresponde a Jorge Barón, vicerrector de la UNCuyo y experto en gestión de riesgo, quien formó parte del acto de apertura del simulacro de sismo “Salvar 2014 OACD (Operaciones en Caso de Desastre)” que se realizó en el auditorio Ángel Bustelo.
El ingeniero, junto a un grupo de profesionales del Instituto de Ciencias de la Tierra (ICES) Regional Mendoza, desarrolló el sistema de Gestión de Emergencias Mediante Análisis Satelital (Gemas) que recolecta información de la provincia.
“Se basa en un sistema de información geográfica que tiene datos georreferenciados de muchos componentes que son esenciales en la gestión de riesgo de desastre, por ejemplo ubicación de redes eléctricas, agua, cañerías de gas, viviendas por tipo, ubicación de obras de infraestructura, escuelas que podrían servir como albergue, entre otras”, comenzó a explicar el académico.
“Tener estos datos de base antes de que ocurra una emergencia nos permite ir alimentándolo con lo que vaya ocurriendo”, continuó.
Si bien esta información nueva se puede obtener desde el 911, se podría conseguir con mayor velocidad con el uso de un drone. “El drone se puede desplegar muy rápidamente para obtener información sobre la magnitud del hecho.
Esos datos pueden ser transmitidos directamente a los bomberos que están trabajando allí”, precisó. La gran ventaja de este aparato es que tiene una cámara, se puede programar el GPS para que vaya y vuelva y no necesita energía eléctrica.
“Nosotros en la universidad estamos tratando de adquirir uno y creo que con el tiempo vamos a poder; el obstáculo que hay que sortear es el dinero”, señaló a la vez que estimó su valor en medio millón de pesos.
Para el experto, sería fundamental que Defensa Civil provincial también estuviera equipada con este tipo de tecnología. “Pero hasta donde sé estamos muy lejos porque a nivel de presupuesto están muy limitados”, expuso Barón y comentó que hay un proyecto en la Legislatura para dotar de presupuesto y así equipar correctamente a Defensa Civil.
El problema, según su visión, es que como sociedad en general tenemos poca percepción del riesgo. “No sucede sólo acá, pasa en todo el mundo hasta que ocurre un evento de grandes magnitudes”, apuntó, e hizo hincapié en la prevención.
“Si estamos preparados es una emergencia; si no estamos preparados es un desastre, que implica muchas muertes y heridos que se podrían haber evitado”, cerró.
Como hace dos años
En cuanto al simulacro de sismo, se trabajará con la hipótesis de un terremoto que superó los siete grados en la escala de Richter y causó pérdidas totales de infraestructura.
El ejercicio está organizado por el Ejército Argentino, en el marco del “Programa Simulacro de Sismo” de Defensa Civil y cuenta con la participación de miembros del ejército de Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, México, Perú, Uruguay y Venezuela.
Cada mañana el Centro de Operaciones de Emergencia de la Provincia (COEP), compuesto por 147 representantes de los servicio del Estado y entes descentralizados, recibirá información sobre consecuencias del terremoto a partir de las cuales tendrán que desarrollar actividades para colaborar con la población.
Una vez que se tomen las decisiones pertinentes sus miembros coordinarán acciones con los ejércitos que están a su disposición.
“Por ejemplo van a tener que instalar una planta potabilizadora en el lago del parque General San Martín, realizar una evacuación aérea, construir un puente, enfrentarse a un accidente químico e instalar un hospital de campaña que va a cambiar de lugar en dos o tres días por una serie de alternativas”, contó Marcelo Dapás, director de Defensa Civil durante el acto.
A su vez, el experto recalcó que lo mejor es resguardar los detalles para que el COEP se enfrente ante una situación sorpresiva propia de un evento de estas características.
Los ejercicios se realizarán de 8 a 13 y en la tarde se revisará las actividades realizadas y se reevaluará para el día siguiente. “Contaremos con la colaboración de Edemsa para hacer maniobras de cambio de sección de infraestructura eléctrica, de Irrigación para realizar maniobras de compuertas, entre otros organismos”, agregó.
El simulacro finalizará el viernes con un último ejercicio. “Allí se pondrán de manifiesto las destrezas y habilidades de los equipos de primera respuesta: bomberos, oficiales y voluntarios, equipos de rescate, gente que opera con vehículos aéreos, entre otros”, destacó Dapás.
Para el titular de Defensa Civil, estas actividades son fundamentales para estar preparados frente a un desastre, pero también para recuperar la cultura sísmica de los mendocinos.
“Hace ya casi cuatro generaciones que no tenemos un evento de magnitud, un hecho luctuoso, multitudinario y es como que la memoria se pierde y pareciera que estas cosas pasan en otro lado y acá no ocurren, por lo que es fundamental volver a concientizar sobre prevención sísmica en la provincia”, aseguró el experto.
Este tipo de actividad se realiza en la provincia cada dos años y la última se realizó en 2012. “El ejercicio de ese año nos enseñó mucho y nos permitió avanzar en algunas planificaciones que pensábamos que eran las mejores, pero no era tan así”, reconoció el funcionario.
Actuar desde casa
Más allá de la ayuda externa que se pueda recibir, ante la ocurrencia de un sismo es de vital importancia la preparación de cada familia.
“Mucha de la eficacia de la gestión de riesgo de desastre depende de cada uno, de cada familia, de cada manzana, es importante que a nivel individual y familiar se concientice y se tomen ciertas acciones”, remarcó Jorge Barón, vicerrector de la UNCuyo, experto en gestión de riesgo. El ingeniero enumeró ciertas acciones de prevención para tener en cuenta:
-Tener un teléfono de una persona fuera de la provincia para comunicarle la situación de la familia.
-Contar con una radio a transistores para poder enterarse qué pasa.
-Tener preparado un mínimo kit con una reserva de alimentos no perecederos, con una reserva de agua potable, ropa de abrigo y linterna en algún lugar de la casa conocido por todos los miembros de la familia.