Leonardo Agostino fue detenido por la Policía ayer a la madrugada en el marco de la investigación por el femicidio de Anahí Benítez.
Agostino tiene 40 años y es docente de un colegio privado de Lomas de Zamora y empleado de la Dirección General de Cultura y Educación provincial. Había sido profesor de Anahí durante todo 2015 en el colegio Antonio Mentruyt.
Según fuentes cercanas a la causa, se investigaba la vinculación entre ambos y si existió algún tipo de relación sentimental, ya que de la vivienda donde residía la joven junto a su familia fue secuestrada una gran cantidad de fotos de Agostino.
Agostino fue arrestado frente a su mujer. Su pareja habló con el portal Infobae. "No tengo nada que declarar. Simplemente que sí, que Leonardo fue el profesor de la nena. En todo momento aportamos nuestra ayuda para que encuentren a la nena; en todo momento estuvimos cooperando".
La fiscal Verónica Pérez dijo en declaraciones al canal A24: "Se agregaron testimonios y audios de una comunicación de la víctima y una compañerita de sucesos anteriores que apuntalan la sospecha que nosotros veníamos teniendo con relación al señor Agostino. Hay varios elementos de esos que manejan los chicos que nos llevaron hasta el profesor. Tenemos cuadernos de la nena que los está estudiando la psicóloga del Ministerio de Seguridad de la Provincia. Convocamos al cuerpo docente y al director de la escuela a declarar".
Anahí fue vista por última vez el sábado 29 de julio cuando salió de su casa de Lomas de Zamora, alrededor de las 17.30, vestida con un jean, campera marrón y zapatillas negras, a caminar unas cuadras hasta el Parque Municipal Eva Perón.
Los familiares de la adolescente hicieron la denuncia ese sábado por la noche en la comisaría 9na. de Parque Barón, que solicitó de forma inmediata las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona e inició un rastrillaje para intentar dar con el paradero de la chica.
Además, los policías que se encargaron de la investigación reunieron los dichos de varios testigos, quienes aseguraron haber visto a la joven subirse a un auto en la puerta de su casa el día de su desaparición.
El 31 de julio, amigos, compañeros y familiares de Anahí realizaron una marcha de antorchas desde la Escuela Normal Antonio Mentruyt, de Banfield, a donde asistía la adolescente, hasta la Municipalidad de Lomas de Zamora, en reclamo de su aparición y para denunciar la falta de seguridad en la zona.
Dos días después, el 2 de agosto, se realizó una nueva movilización y el Ministerio de Seguridad bonaerense anunció una recompensa de entre 300.000 y 500.000 pesos para aquellas personas que pudieran aportar información fehaciente que contribuyera a determinar el paradero de Anahí.
El cuerpo enterrado de Anahí Benítez (16), fue hallado en la Reserva Natural Municipal Santa Catalina, del partido de Lomas de Zamora, a pocas cuadras de su casa, informaron fuentes policiales y judiciales.
De acuerdo a la autopsia practicada en la morgue judicial de Lomas de Zamora, la chica murió por sofocamiento y su cuerpo no presentaba signos de haber sido abusada sexualmente ni haber estado cautiva antes de ser asesinada, precisó una fuente judicial.
Respecto de la fecha de la muerte, los forenses estimaron que se pudo haber producido hace 24 ó 48 horas. No obstante se esperan otros estudios de peritos respecto del clima y las condiciones en que fue encontrado el cadáver porque el haber permanecido bajo tierra a bajas temperaturas pudo haber retrasado el proceso de putrefacción.
El cadáver, desnudo con lesiones cortantes y contusas en el rostro y el resto de la cabeza, fue hallado el viernes al mediodía en ese predio de 730 hectáreas que la Policía rastrillaba desde el jueves con perros adiestrados en busca de Anahí (16), ya que esa zona fue donde se activó la antena de su celular el día que fue vista por última vez.
En principio, había dudas sobre si se trataba de la joven, pero había otras dos características que coincidían con las de Anahí: el cadáver era el de una joven de 1,70 metro y tenía dos aros colocados como los que usaba la chica.
Posteriormente, la confirmación llegó con la identificación del cuerpo por parte de la madre, Silvia Pérez, y de su hermano, Adrián Benítez, y de la toma de las huellas dactilares a la víctima por parte de los peritos en la morgue judicial de Lomas de Zamora.
Los voceros dijeron que los policías que rastrillaban la zona encontraron el cuerpo porque les llamó la atención un montículo de tierra removida desde hace algunos días y sin pasto, ubicado a unos 200 metros de la estación Santa Catalina del tren Roca que hay en la reserva.
Al aproximarse con los perros al lugar, detectaron la existencia de un cadáver enterrado en un pozo que presumiblemente se cavó con una pala o una herramienta con el propósito de ocultarlo, añadieron las fuentes.
De inmediato, acudieron al lugar las fiscales especializadas en Violencia de Género de Lomas de Zamora, Verónica Pérez y Fabiola Juanatey, quienes ordenaron preservar la escena y no mover el cuerpo hasta tanto llegaran al lugar los peritos de Casos Especiales de la Policía Científica bonaerense y de la morgue judicial para realizar el relevamiento.
Según explicó el decano de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Lomas de Zamora, el cuerpo fue hallado en una zona donde se siembran pasturas y adonde es posible acceder con un auto, ya que está a 200 metros de un camino asfaltado.
El hallazgo se produjo poco después de que efectivos de la DDI de Lomas de Zamora realizaran una requisa en la casa de la madre de Anahí, Silvia Pérez, situada en Menéndez Valdez 667, de Parque Barón.
Los peritos se llevaron de la vivienda dos camperas, una tarjeta SUBE, anotaciones de la chica, además de una tarjeta con el número de IMEI del celular de la joven y un teléfono viejo con el fin de someterlos a peritajes.
Marcharon en reclamo de justicia
Vecinos, amigos y compañeros de la escuela de Anahí Benítez, la adolescente de 16 años que desapareció el sábado 29 de julio y fue hallada asesinada en Lomas de Zamora, se movilizaron ayer a la tarde en el centro porteño junto con organizaciones sociales y políticas, bajo las banderas de #NiUnaMenos, en reclamo de políticas públicas contra la violencia de género y "Justicia por Anahí".
La marcha partió pasadas las 15 desde Avenida de Mayo y 9 de Julio hacia el Congreso, encabezada por los compañeros de la adolescente con carteles del Centro de Estudiantes de la Escuela Normal Antonio Mentruyt de Banfield, donde estudiaba Anahí, y gran cantidad de amigos, en medio de un clima de bronca, angustia, llanto y dolor, que colmó de una fuerte emotividad la protesta.
Agustín, que cursaba con Anahí el 5to. año del Normal, dijo: "La vamos a mantener siempre viva y movilizándonos cada vez que una piba desaparezca o la maten, y responsabilizamos al Estado por no tomar medidas para proteger a las mujeres".
Sofía Montenegro, presidenta del centro de Estudiantes, expresó muy conmovida: "El impacto fue terrible. Ayer (por el viernes) estuvimos toda la tarde esperando que se confirmara si el cuerpo que habían hallado era de Anahí y realmente fue muy doloroso. Por suerte las autoridades del colegio se acercaron y nos brindaron contención y un equipo de psicólogos". Agregó: "El martes vamos a realizar una jornada en el colegio para despedirla y hacer un mural en alguna de las paredes del patio o algo que la represente".
Manuela Castañeira, dirigente de la organización de mujeres Las Rojas, del Nuevo Más, una de las tantas organizaciones que convocaron y se sumaron a la marcha, expresó: "Estamos con mucha bronca; ésta era la marcha para pedir la aparición de Anahí y hoy estamos con el dolor atravesado en el cuerpo".
“Anahí era una piba hermosa -enfatizó- sensible, que marchaba por el #NiUnaMenos, que se organizaba, que tenía una gran sensibilidad social,que salió a caminar y no volvió; y esto hay que decirlo, hay responsabilidad política del gobierno que no la buscó como era necesario, porque si la buscaba no aparecía muerta. Queremos que haya justicia por Anahí y que dejen de matar mujeres”.
Entre las pancartas que pedían por la adolescente de Banfield, "Basta de femicidios", "No estamos todas, el Estado es responsable", había otros carteles que reclamaban la "Aparición de Nadia Rojas", la adolescente de 14 años que fue hallada el 12 de julio, tras un mes fuera de su hogar, en el barrio porteño de Villa Lugano y volvió a desaparecer el jueves último del refugio de máxima seguridad al que había sido trasladada por orden de la Justicia Federal.