Tras una semana de convivencia, cumpliendo con todas las actividades que integran la agenda vendimial, las reinas departamentales tuvieron un día de spa en un hotel céntrico. Cansancio, buen humor y ganas de divertirse marcaron una mañana diferente para las soberanas.
Cerca de las 10 de la mañana, las mujeres que sueñan con ser coronadas reina Nacional de la Vendimia 2016 llegaron al hotel. Sin maquillaje, con rodetes o peinados improvisados y vestidas cómodas, fueron recibidas por personal del lugar.
Eugenia Poggio, de General Alvear, lucía lentes oscuros y reconoció entre risas que eran “para tapar las ojeras porque anoche nos acostamos a las 3.30 de la mañana”. Es que, luego de la Fiesta de la Cosecha, las soberanas tuvieron que ir al ensayo general en el Teatro Griego Frank Romero Day.
Aunque la asistencia a la mañana de spa no era obligatoria, todas las reinas quisieron aprovechar la posibilidad de relajarse y pasar un tiempo de ocio, sin pensar en las posturas ni en la competencia.
Sin embargo, hubo dos soberanas que no pudieron asistir. Una fue Antonella Bertona Lucero, de San Martín, que se quedó haciendo reposo. Según informó la propia coordinadora general de reinas, Alejandra Gamboa, podría ser bronquitis. “Es por el aire acondicionado”, explicó.
La otra que no pudo estar fue María Marta Pardini, de Capital, quien aprovechó ese tiempo para realizar producciones y entrevistas que adeudaba. Esto se debe a que fue la última en ser coronada, el pasado viernes 26 de febrero.
Por su parte, Luciana Goyenche, de Las Heras, reconoció sentirse “mucho mejor” y dijo que está tomando antibióticos. El malestar físico que tuvo la llevó a no poder asistir a la Legislatura ni a la entrega de diplomas en el Archivo General de la provincia, el martes.
A relajarse
Las 16 soberanas restantes recibieron las instrucciones generales del funcionamiento del spa, junto con sus respectivas batas. Luego de posar para las fotos, se dirigieron a los camarines para colocarse las bikinis y empezar a disfrutar.
Entusiasmada, la reina de Rivadavia, Leila Amar, indicó: “Nos viene re bien. Es nuestro primer día libre y vamos a usar el sauna, haremos gimnasia en el agua y nos vamos a poder relajar en el jacuzzi”.
La primera en llegar a la pileta, con la bata puesta, fue la representante de Alvear. Inmediatamente después aparecieron las demás. Para Paula Coronado, de Malargüe, la posibilidad de pasar una jornada fuera de las actividades vendimiales fue “lindo para poder despejarnos”.
En igual sentido se manifestó la soberana de Tunuyán, Fernanda Cabrera: “La verdad es que lo necesitábamos, para salir de los horarios y la rutina”.
Distendidas, algunas decidieron recostarse unos minutos en las reposeras ubicadas alrededor de la pileta. Otras no quisieron perder el tiempo y se metieron inmediatamente en el jacuzzi, entre risas y chistes.
La única que no decidía si meterse o no fue Mariana Encina, de Maipú. Con la serenidad que la caracteriza, comentó que, a pesar de ser la más grande del grupo, “siento como si tuviese la misma edad que las chicas, porque están muy preparadas y son bastante maduras”.
Tarde en familia
Quienes también estaban invitadas a pasar una mañana de spa, pero prefirieron quedarse descansando en el hotel, fueron Rocío Tonini Valdivia y Camila Morales, Reina y Virreina Nacional de la Vendimia 2015.
Además, la soberana nacional aún se está recuperando de una bronquitis que la tuvo mal el fin de semana, justo para la Bendición de los Frutos. No obstante, fiel a su estilo, asistió a todos los eventos con la mejor predisposición.
Y es entendible, ya que las candidatas se tuvieron que levantar a las 8.30 de la mañana para poder llegar a tiempo al hotel, descansando sólo 5 horas. Y vienen con ese ritmo desde hace una semana.
En la tarde del jueves, las reinas aprovecharon el tiempo libre para poder recibir a sus amigos y familiares en el hotel Alcor, donde están alojadas. Un poco de mimos no vienen mal a dos días del Acto Central, al cierre del cual serán elegidas y coronadas dos de ellas Reina y Virreina Nacional de la Vendimia 2016.