Cintia Allendes asegura que el libreto de ama de casa no le sienta bien. Ella es una de las pocas mujeres que practica boxeo en Mendoza. En su récord cuenta con un combate y este está sin fallo, no pelea porque la Federación de Mendoza no lo permite.
La deportista, de 20 años, es hija de un boxeador y esposa de un carnicero. Cintia pone en práctica su pasión deportiva desde hace 8 años, debilidad que expuso apenas ingresó al gimnasio de la Federación. En tan sólo un instante ella le estaba pegando al puching ball.
Sonríe y saluda a los pocos asistentes a la práctica de Pablo Chacón (a seis días del combate por el título mundial con Norwood), con quien cruzó un par de golpes a pedido de Los Andes.
Cintia Allendes se inició en el gimnasio del Barrio La Gloria y después pasó a Carrodilla, a las órdenes del Tata Tripi.
