Cielo azul y brillante, más una agradable temperatura de otoño. Y sin atrasos. Ingredientes inmejorables para que Brasil diera el jueves el puntapié inicial de la Copa del Mundo.
En el estadio Itaquerao de San Pablo, teñido de amarillo, la gala se apegó a las más puras tradiciones del país, anfitrión de la máxima cita del fútbol otra vez luego 64 años.
Vestidos de los colores nacionales verde y amarillo, Jennifer López y Pitbull interpretaron el himno de la Copa del Mundo previo al partido inaugural del torneo cuya final será el 13 de julio en Río de Janeiro.
La multitud de más 60 mil espectadores en el Itaquerao, que se construyó en una carrera contra el tiempo, aclamó a las estrellas estadounidenses de origen puertorriqueño y cubano, que cantaron la canción oficial del Mundial, “We Are One (Olé Olá)” (Somos Uno) junto con la intérprete brasileña Claudia Leitte desde una tarima que asemejó una tajada de melón.