La mano de Dios alguna vez le permitió anotar a Diego Maradona en la Copa Mundial, pero el sábado impidió una goleada del equipo dirigido por el argentino en su debut contra Nigeria en el Mundial.
El arquero nigeriano Vincent Enyeama evitó la caída de su arco en numerosas ocasiones y después del partido, en el que fue elegido el mejor jugador de la cancha, dijo que su actuación monumental había sido obra de Dios. “Mi secreto es Dios”, afirmó. “Creo mucho en Dios y él marcó la diferencia. Dios es mi secreto. Me tranquiliza”, insistió.
Enyeama le tapó cuatro tiros con destino de red nada menos que a Messi y dos a Higuaín. Despejó pelotas que buscaban rincones lejanos y también ganó un par de mano a mano.
Su notable desempeño, no obstante, no pudo impedir que Nigeria perdiese pero sí evitó una goleada, lo que podría resultar clave si los clasificados del Grupo B se deciden por diferencia de gol.