Ese hombre que no es ni tan alto ni tan pequeño es Sergio Vigil. Al antiguo técnico de las Leonas (seleccionado femenino nacional de hockey sobre césped) y actual DT de la selección mayor masculina lo acompaña un peinado que simula ser el de un científico loco de caricatura y por momentos algunos gestos que lindan con la hiperquinesis.
Con su voz, entre ronca y fatigada, ayer, durante poco más de cinco horas dictó una clínica de hockey en el club Andino. “Aunque parezca duro, duro, de los éxitos hay que olvidarse pronto pero nunca del camino que se realizó para conseguirlo. El fracaso es perder de vista los objetivos”, dijo ante la cara asombrada de quienes lo escuchaban.