Todos querían ver el nuevo lago, querían tocar el agua, acercarse, y vivir un “adelanto” de lo que será la zona turística mendocina que apuesta a un gran crecimiento en los próximos años. Por eso, la prueba de navegabilidad en Potrerillos fue un éxito.
Decenas de veleros y de deportistas haciendo windsurf o canotaje completaron la postal multicolor. De hecho, los navegantes mendocinos estaban eufóricos, ya que sobre el lago hubo rachas de viento de hasta 18 nudos, lo que les permite soñar con un campeonato argentino en pocos meses más. Cerca de 25.000 mendocinos se acercaron a disfrutar del lago precordillerano y también de la playa. La cola de autos ocupó gran parte del camino.