Cuando el ayudante de campo Daniel Arias, el profe Moreno, los utileros y el tercer arquero Fernando Batistella llegaron ayer al hotel Sussex en horas de la mañana, se encontraron con la enésima manifestación que hubo en la ciudad mediterránea.
El grueso de la gente protestó en la Plaza San Martín e hicieron explotar varias bombas de estruendo, que no permitieron que los adelantados de la delegación mendocina pudieran pegar al menos un ojo. Como el plantel llegó pasado el mediodía, quisieron aprovechar para dormir un poco, pero el ruido les jugó una mala pasada y no pudieron descansar el tiempo suficiente.