“Vamos”. Ese fue el grito de Oscar Villalobo luego de cruzar la línea de llegada, mientras miraba hacia atrás para ver dónde venía el resto del pelotón. La figura de Darío Colla se agigantaba a cada metro, pero el de Toledo ni se inmutó y levantó los brazos al cielo antes que nadie.
Previo a eso, Villalobo, junto a otros cinco ciclistas, habían puesto una diferencia interesante, pero en el último giro por el circuito de San Martín fueron interceptados por el “malón”.
Entre los escapados estaba Raúl Ruarte, quien hacía que las esperanzas de los mendocinos pesaran sobre sus espaldas. Esta vez el grupo estuvo más inquieto que en las etapas anteriores.
Desde el comienzo el español Antonio Ruiz se “tomó el palo” y comenzo a imponer alguna diferencua, pero el caprichoso tren que pasó a esa hora lo dejó sin escapada, ya que luego de esa mini neutralización el pelotón absorvió al representante de la Madre Patria.