“Nada es imposible en esta vida”, confiesa Raúl Herrera, un joven discapacitado que hace un año comenzó a desandar su futuro deportivo a través del mountain bike, constituyéndose en el único discapacitado del sur provincial en esta actividad.
Durante su charla se retrotajo a su pasado, al que consideró “cargado de inconvenientes. Sufrí mucho pero felizmente, gracias a Dios, me di cuenta a tiempo que esa situación no me llevaría por buen camino. Tenía que hacer algo para alejar esos fantasmas que me acosaban -comentó-. Me gustaba el ciclismo, pero ¿cómo iba a practicarlo si esta discapacidad no me dejaba subir ni siquiera a una bicicleta...?”