Espero la oportunidad y en Córdoba, ante Talleres, Pablo Gómez dio el batacazo. Al goleador la vida lo premió con una transferencia esperada en el momento justo.
Su desfachatez para dejar mal parado al más mentado de los defensores del Nacional B con un freno fulminante y un pique electrizante en los últimos metros de la cancha, argumentos naturales de los goleadores de las décadas pasadas y en el Godoy Cruz dirigido Humberto Grondona aprecian su talento.
El ‘‘Tumy’’ Gómez, vecino y amigo de Pablo Chacón, recibió a Los Andes para reparar su carrera. Aquella que fue deslumbrante cuando tenía 19 años y jugaba en la primera de Huracán Las Heras.