Los mendocinos lo conocieron en el año 90 cuando llegó a Talleres de la mano del '”Cholo” Converti. Inmediatamente el ambiente del fútbol comenzó a hablar del arquero rosarino, el que comenzaba a regar las canchas con sus locuras, sus salidas espontáneas y explosivas, el que aplaudía a las hinchadas rivales, aunque recibiera algunos insultos, el que besaba los palos, el que en definitiva despertaba el júbilo de sus hinchas y el rechazo resignado (aunque nadie reconocía que le caía simpático) de los simpatizantes rivales. Sin dudas, le sacó dramatismo al fútbol.
Un día como hoy de 1996. Sergio Ciattaglia: flor de Loco
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