Eduardo Maximiliano Goncebatte, de 30 años, fue detenido tras una corta persecución en Guaymallén, a poco de cometer un robo en una vivienda de Las Cañas y lateral Acceso Sur.
Sin embargo, después de cotejar sus huellas dactilares y descartar el nombre de José Daniel Brun Ríos, como se había identificado, la Justicia lo señala como el hombre que era el "negociador" en una serie de secuestros extorsivos que se cometieron en el año 2012 en Mar del Plata.
Por eso ahora y acá los investigadores buscan, en base a las escuchas telefónicas (Goncebatte era el nexo en el diálogo con las familias), desentrañar el secuestro del empresario mendocino Guillermo Altieri, ocurrido en febrero y por el que se habría pagado cerca de 3 millones de pesos de rescate, hecho que hasta ahora, pese al esfuerzo investigativo, estaba "sin novedad" al decir de los pesquisas.
Allá en la "Feliz"
De esa banda, entre 2013 y 2014 habían sido detenidos Cristian Ramiro "Boli" Gómez, a quien la Policía localizó en el partido bonaerense de San Martín; Atilio "El Oreja" Ravainera y Jesús Alberto Véliz.
Mucho más cerca en el tiempo se logró aprehender a Ulises "Kuky" Arbizu, por lo que de la poderosa banda ahora sólo queda en calidad de prófugo Leonardo Miguel Parisotti (a) "Leo", que tenía a su cargo la inteligencia previa para los secuestros.
La causa está en manos de la fiscal Laura Mazzaferri, quien ante la novedad de la detención de Goncebatte en Mendoza, ya habría firmado el exhorto reclamando que el hombre sea trasladado a la "Feliz".
Esta causa, que acumula, por lo menos, tres hechos, comenzó en 2012, cuando después de 26 allanamientos se logró la detención de seis sujetos, a los que se les dictó prisión preventiva fueron: Cristian Rondón, Juan Nicolás Laricchia, Cristian Prieto, Walter Salazar y Natalia Leguizamón. También se secuestraron 4 autos, 1 moto, 17 armas, 28 mil pesos, 61 teléfonos y documentación de autos y casas.
Tres casos "calcados"
Según los medios de la Costa, fueron tiempos difíciles, cuando en pocos meses se concretaron importantes secuestros extorsivos. Todos tenían una metodología similar, lo que llevó a los investigadores a pensar que se trataba de una misma banda: al secuestrado no se lo tenía oculto en viviendas, sino que era "paseado" en auto, que en muchos casos era cambiado, mientras se negociaba con las familias, tras lo cual y rápidamente -en pocas horas-, después de obtener el dinero se liberaba a la persona.
Las víctimas fueron Rodrigo Cristino, el 28 de diciembre de 2012, por el que pagaron 220.000 dólares, 120.000 pesos, un reloj Rolex y un anillo de oro; Daiana Domenech, el 28 de mayo de 2013 (31.600 pesos y 22.000 mil dólares), y Guido Materia (con un rescate de 110 mil dólares, aunque inicialmente se habían pedido 2 millones de dólares), en agosto del mismo año.
Estos hechos, ante el reclamo popular, fueron investigados por varios magistrados federales y motivaron una fuerte presencia de efectivos en las calles, ya que a la policía y agentes de tránsito, se sumaron la Bonaerense, Gendarmería y Prefectura naval.