La presencia política fue escasa. En otras épocas, el desayuno de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) convocaba a la crema de la clase política nacional. Ayer predominó el cabotaje, al punto que apenas se vieron unos pocos legisladores nacionales.
Los que sí desembarcaron temprano en el hotel Hyatt fueron los ministros del Interior, Rogelio Frigerio, de Agroindustria, Ricardo Buryaile, y de Desarrollo Productivo, Francisco Cabrera, junto al gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey.
En medio del cabotaje, la figura del gobernador Alfredo Cornejo se elevó por encima del resto. No porque se saliera de su libreto habitual, sino porque se mantuvo en la reprimenda que ha cultivado y ni los bodegueros se salvaron de un leve chirlo, a quienes les pidió trabajo conjunto entre privados y el Estado, pero no con el Estado como el único que hace esfuerzos. “Hay que entender que la vitivinicultura es una economía de mercado y todo no lo puede hacer el Estado”, comentó.
Entre 2012 y 2014 el desayuno de la Coviar era todo luces y flashes. Periodistas corriendo detrás de funcionarios de primera línea, presidenciables y gobernadores de provincias vitivinícolas. Por allí pasó la entonces presidenta Cristina Fernández, un extenso séquito de ministros nacionales juntos como avanzada o acompañando a la ex Presidenta, los entonces gobernadores de San Juan, La Rioja, Salta, Córdoba, Entre Ríos.
En 2014 no estuvo la Presidenta, pero dieron el presente 8 funcionarios nacionales de primera línea, más el ex presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez. Ese año coincidieron en el Hyatt la mayoría de los entonces presidenciables: Mauricio Macri, Daniel Scioli y Julio Cobos.
El desayuno de la Coviar creció como centro de los actos de la industria vitivinícola bajo el sol kirchnerista. Pero desde el año pasado, la luz empezó a palidecer. El ex gobernador Francisco Pérez había sido condenado por el Gobierno nacional y la insostenible crisis vitivinícola que auguraba un fuerte reclamo de la Coviar lograron multiplicar ausencias. Así es que el primer sábado de 2015 apenas sí llegaron al desayuno el candidato presidencial Sergio Massa y el ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela.
Este año la situación fue similar aunque las causas sean distintas: sin elecciones en el calendario, con el peronismo lamiendo las heridas que le dejó el calendario electoral del año pasado, con conflictos sindicales encendidos en la provincia y sin mucho que anunciar a la industria del vino, no hacían falta las presencias.
Así es que el lugar lo coparon los locales. El gobernador Cornejo, el senador nacional Julio Cobos, los diputados nacionales Luis Borsani y Patricia Giménez, los ministros de Gobierno, Dalmiro Garay, de Hacienda Martín Kerchner, de Economía Enrique Vaquié, de Seguridad Gianni Venier, de Salud Rubén Giacchi; el titular de la DGE Jaime Correas y el subsecretario de Servicios Públicos Sergio Marinelli. Los intendentes Tadeo García Zalazar, Marcelino Iglesias y Rodolfo Suárez.
También estaba el ex gobernador y actual embajador en Chile José Octavio Bordón y, hablando de ex gobernadores peronistas, se los vio charlando a Celso Jaque y Rodolfo Gabrielli.
Para seguir con el peronismo, se vio a los maipucinos Alejandro y Adolfo Bermejo, los hermanos sanrafaelinos Omar y Emir Félix, los intendentes Jorge Giménez, Martín Aveiro (Tunuyán), Roberto Righi (Lavalle) y Sergio Salgado, los senadores provinciales Patricia Fadel y Eduardo Bauzá, el diputado Jorge Tanús, el diputado nacional Rubén Miranda. Todos terminaron tomando un café con el gobernador Urtubey.
El salteño hizo gala de su “oposición constructiva”, valorando el acuerdo con los fondos buitres dijo que “nos cuesta más caro no acordar que un mejor o peor acuerdo”. Agregó que creía que el perfil de dirigente para presidir el PJ era uno como el de José Luis Gioja. ¿Habrá hablado de esa presidencia con los dirigentes locales?
Así es que lo político quedó diluido. Como el año pasado, la titular de la Coviar, Hilda Wilhelm de Vaieretti volvió a dar un discurso con reclamos del sector (ver aparte), pero el tono no era el mismo que en marzo de 2015. Más allá de la crisis, el sector tuvo algunos respiros desde la asunción de Mauricio Macri, como la eliminación del cepo cambiario y la reducción de las retenciones a las exportaciones, hechos que la propia Wilheim y el ministro Buryaile recordaron.