La lesión de Neymar conmocionó a Brasil y sobrevuelan temores sobre el final de Copa, pero también los viejos recuerdos que emergen de aquel Mundial de Chile 1962 cuando una lesión dejó afuera a Pelé desde el segundo partido y su reemplazante, Amarildo, junto al gran Mané Garrincha llevaron al equipo a su segundo título.
"Yo me lesioné en 1962 y ganamos el Mundial", recordó hoy Pelé para inyectar ánimo en el público local, que teme quedarse otra vez con las manos vacías y tener que soportar otro Maracanazo como el del 50.
Aquella vez, dijo Pelé a Folha do Sao Paulo, "Dios le hizo un regalo a Brasil con la conquista de aquel Mundial. Espero que ocurra lo mismo con nuestra selección en esta Copa".
Pero aquel equipo tenía a un maravilloso y distintivo jugador: Garrincha, un personaje para la historia del fútbol y la sociedad brasileña, que llevó con sus fintas y amagues como wing derecho a abrirle puertas a los goles de Vavá y Amarildo, arrastrando marcas para que los demás ejecutaran.
El gran acierto de Aymoré Moreyra desde afuera y de Nilton Santos desde adentro fue haber reemplazado a Pelé, con una lesión en la ingle, con Amarildo, al igual que Garrincha, jugador del Botafogo de Río de Janeiro. Pelé ya quedaba afuera tras menos de dos partidos jugados.
Garrincha comandó las historias con gambetas y goles a Inglaterra y a Chile, y Amarildo también convirtiendo los dos a España y uno en la final a Checoslovaquia. El resto lo hizo Vavá, servido tanto por Mané como por el reemplazante de Pelé.
Amarildo fue hallado por Folha do Sao Paulo para hablar sobre el paralelismo de lo que ocurró hace 52 años en Chile y el golpe que Brasil sufrió con la dolorida y contundente mueca de Neymar. "Quien entre no va tener la misma calidad, pero tiene que equiparse con Neymar en la voluntad, el empeño, la fuerza, el coraje", sostuvo el delantero, hoy con 74 años.
Todo queda ahora en la espalda y el cerebro de Luiz Felipe Scolari. Evidentemente no tiene un Garrincha en la cancha, pero tal vez pueda encontrar a un Amarildo. Se sabrá en unos días cuando rinda ante la eficiente Alemania el primer examen en el nuevo orden al que ingresó el seleccionado brasileño.
