Un crimen quedó impune por la ausencia de un testigo clave

Un crimen quedó impune por la ausencia de un testigo clave

Finalmente, la ausencia de testigos clave resultó fundamental para que Jonathan Jesús Moya Haro (27) y otro joven que al momento del crimen era menor de edad y hoy tiene 18 años, resultaran absueltos por el homicidio de Marcelo Oviedo (23), ocurrido el 5 de marzo del año pasado.

Los jueces de la Cuarta Cámara del Crimen -Horacio Báez, Carlos Díaz y Jorge Coussirat- fijaron la absolución, siguiendo el criterio del fiscal de Cámara, Gonzalo Nazar, quien ante la falta de pruebas, no acusó.

Lo mismo había solicitado Alfredo Paturzo, el abogado defensor, quien pidió la absolución de Moya considerando que la investigación fue errática. 
Oviedo murió en la noche del 5 de marzo del año pasado, luego de que se produjera un tiroteo en las cercanías de Terrada y Aristóbulo del Valle de Godoy Cruz.

Cuando llegaron los primeros móviles policiales encontraron en un descampado ubicado entre dos monoblocks del barrio Paulo VI a Marcelo Ezequiel Oviedo, según se informó en esa oportunidad.

La víctima de inmediato fue llevada por una ambulancia hasta el hospital Central, donde al llegar se constató que ya había fallecido.

Oviedo había recibido un balazo en el brazo izquierdo que luego le ingresó al tórax, produciéndole la muerte, según consta en el expediente.

Tras la sentencia de absolución, el asesinato ahora vuelve a foja cero.

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