Cuando aún era un niño, el cabezal de la cama de David Ferrer estaba todo tachado. En este sitio donde precisamente soñaba en convertirse en el exitoso tenista que lleva seis temporadas consecutivas dentro del Top Ten, el alicantino escribía los nombres de los niños a los que no podía vencer.
Una vez que lo lograba: los tachaba. El español de 33 años nació para la competencia. Luego de haberse ausentado en la pasada edición del Argentina Open, el actual 6° del ranking mundial vuelve a Buenos Aires con el objetivo de seguir eliminando los nombres de sus rivales y conseguir su cuarto título en el certamen porteño.
La anécdota del respaldo de su cama es real y, en cierta forma, podría describir el carácter de Ferrer: un tenista que es sinónimo de lucha, superación y adicción a la competencia. "No sé si fue exactamente lo que hizo superarme en momentos difíciles. Creo que te vas superando a medida que maduras y sobre todo por la educación que puedas ver o recibir de tu familia y gente cercana", dice Ferrer a argentinaopenatp.com, en referencia a aquel recuerdo.
Muchos años después, durante sus primeras temporadas como profesional, Ferrer no era el ejemplar jugador que actualmente sirve de modelo para los jóvenes tenistas que buscan un espejo dentro del deporte. Aquel Ferrer rompía raquetas, insultaba y frecuentemente demostraba su rebeldía. Según sus propias palabras, le faltaba madurar.
-Cuando eras más joven solías ser muy temperamental. Ahora tal vez esa sea tu mayor fortaleza. ¿Qué pasó para que ocurriera esa mutación?
- Bueno, cabrón no diría yo, temperamental sí. Aunque aún lo siga siendo, con el tiempo vas madurando y aceptando las frustraciones para seguir mejorando. Con el paso del tiempo te tranquilizas más porque vas aprendiendo y relativizas las cosas.
-Siguiendo con esa época de transición, de Buenos Aires tienes grandes recuerdos. Sin embargo, también en Argentina, durante la final de Copa Davis de 2008, 'tocaste fondo'. Más tarde, un nuevo David Ferrer apareció. ¿Cómo fue ese momento?
- Es cierto que a nivel personal y profesional después de 2008 hubo un cambio en mi manera de pensar y de hacer. Tomé mis propias decisiones a nivel personal y aprendí a no buscar culpables. Eso me ayudó mucho para estar mejor conmigo mismo y después poder tener los mejores años de mi carrera.
Luego de aquel cierre de temporada en Mar del Plata, donde conseguiría el primero de sus tres títulos de Copa Davis, llegarían los mejores años de David Ferrer. De octubre de 2010 hasta al presente, el nacido en Jávea no ha salido ni una semana del Top Ten.
Además, durante este período de seis años ha conseguido diecinueve títulos, ocho cuartos de final de Grand Slam, seis semifinales y una final de Major, en Roland Garros 2013, año en el cual finalizó 3° del mundo, su mejor posición histórica. La persistencia, el trabajo y la capacidad de aprendizaje dieron forma a otro jugador.
-¿Existieron diferentes David Ferrer? Si los hay, ¿cuáles fueron y con cuál te quedarías?
-A medida que pasa el tiempo vas quemando etapas. Sí que hay diferentes "David Ferrer" en mi vida, pero porque aprendes y te vas conociendo a tú mismo. Por supuesto que me quedo con el David Ferrer de ahora.
-¿Cuál fue el aspecto fundamental para llevar a cabo este cambio de mentalidad que se vio reflejado en los resultados?
-Quizás el hecho de escuchar otras opiniones: respetarlas y aceptarse a uno mismo. Entender que no todo puede salir como uno quiere. No sentirse tan terrible por perder. También, el hecho de leer todo tipo de lectura como: autoayuda, biografías de artistas, deportistas, etcétera creo que ha ayudado a mi crecimiento personal.
-A los 33 años, ¿disfrutás más del tenis?
-Es fundamental disfrutar de tu trabajo para estar bien con uno mismo. Eso es lo me hace seguir teniendo pasión por el tenis. Aunque sabiendo y aceptando que hay momentos difíciles y que perder no le gusta a nadie, pero se acepta y se intenta llevar de una manera positiva.
-¿Queda algo por aprender?
-Soy del pensamiento de que siempre queda y hay algo que aprender. Sin eso sinceramente creo que no hubiera tenido la carrera tenística que tengo. También a nivel personal.
“David, tú puedes hacer lo que quieras, eso sí, lucha hasta el final", le decía Jaime, su padre, cuando era pequeño. Ferrer se lo tomó al pie de la letra. A la larga y después de superarse innumerables veces a sí mismo, el deporte premió su regularidad, la tenacidad y el trabajo diario. Ferrer demostró que esos atributos también ganan partidos.
“Fue un gran consejo. Ponerlo en práctica no es tan fácil porque hay momentos en una pista de tenis que tu cabeza puede fallar. Pero creo que cuando acabe de jugar no tendré nada que reprocharme sobre mi lucha”.
El Español va por su cuarto campeonato
Después de haberse consagrado campeón del Argentina Open en 2012, 2013 y 2014, Ferrer quiere prolongar su racha ganadora en las canchas del Buenos Aires Lawn Tennis Club.
“Me hace mucha ilusión volver al torneo de Buenos Aires porque tengo muy buenos recuerdos. La gente me trata muy bien y me siento muy querido".
Si te tuvieras que llevar algo, ¿qué sería, Ferru? "Me llevaría muchas cosas de Argentina, por supuesto el asado pero, sobre todo, el hecho de ir a un país que no es el tuyo y sentirte uno más. La gente es muy agradecida y Buenos Aires es una ciudad en la cual me gustaría vivir. No sé qué me llevaría exactamente pero sí que me gusta ver la ciudad y visitar el barrio de Palermo, Puerto Madero, la Plaza de Mayo y espero ver más cosas si tengo tiempo este año", comenta quien será el segundo preclasificado del torneo, detrás de su compatriota Rafael Nadal.