Un cómodo triunfo electoral de Netanyahu presagia un Israel regido por la derecha más dura

Con el 95% de los votos contabilizados, el primer ministro israelí, venció esta madrugada por 30 bancas a 24 en las parlamentarias

Un cómodo triunfo electoral de Netanyahu presagia un Israel regido por la derecha más dura
Un cómodo triunfo electoral de Netanyahu presagia un Israel regido por la derecha más dura

Con el 95% de los votos contabilizados, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, venció esta madrugada por 30 bancas a 24 en las parlamentarias de ayer a Isaac Herzog (quien lo felicitó por teléfono), y se abocó a la formación de un gobierno puro de derecha dura en Israel.

El triunfo de su partido, el Likud, sobre el Campo Sionista de Herzog y su ex ministra Tzipi Livni otorga a Netanyahu la posibilidad de formar gobierno por cuarta vez.

Es el primer israelí nativo que accedió al cargo de premier, y ahora el único que fue electo en cuatro oportunidades. Herzog llamó a Netanyahu -y confirmó finalmente así el resultado- cuando todos los medios ya difundían que, contados el 95% de los votos emitidos, el Likud doblegaba inapelablemente a un Campo Sionista que quedaba segundo aunque, hasta último momento, aparecía en todos los sondeos como triunfador por 24 bancas a 20.

Otra gran novedad de esta elección (aunque no sorpresiva) es el rol que tendrán los ciudadanos árabes, representados por la Lista Árabe Unida que agrupa a la mayoría de sus partidos y se convirtió, por primera vez, en la tercera fuerza política del país, con 13 bancas.

En cuarto lugar apareció la agrupación centrista laica Hay futuro, de Yair Lapid, con 11 escaños, la sigue la agrupación de centroderecha Kulanu con 10 mandatos. El partido de los colonos ultranacionalista religioso

El hogar judío, de Naftali Bennett, obtuvo ocho lugares, informó la agencia de noticias DPA. Bennett perdió bancas a favor de Netanyahu, que en las últimas 48 horas de campaña aseguró que bajo su mandato no habría un Estado palestino y terminó su discurso de salutación a sus militantes y partidarios anoche con una reafirmación del "eterno" carácter indivisible de Jerusalén, que la comunidad internacional niega.

Otro gran perdedor, víctima de la moderación que le impuso su cargo de canciller y de la tracción final de Netanyahu, fue el ministro de relaciones exteriores, Avigdor Lieberman, cuyo Israel nuestro hogar obtuvo seis bancas. Tanto Lieberman como Bennett se apresuraron anoche a informar que estaban dispuestos a formar gobierno con Netanyahu, a lo que habían sido convocados por el premier en su exultante discurso de anoche a última hora junto con el resto del "campo nacional".

Los dos partidos ultrarreligiosos Shas y Judaísmo Unido de la Torá, obtienen siete bancas cada uno. Meretz, centroizquierda heredera de la antigua tradición del sionismo socialista que fundó el Estado de Israel y lo gobernó durante largas décadas, apenas mantuvo su status parlamentario con cuatro bancas.

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