Un comediante sin ninguna experiencia política ganó las elecciones presidenciales del domingo en Guatemala, pero deberá disputar una segunda vuelta con un candidato por definir, en unos comicios marcados por un escándalo de corrupción que causó la renuncia y detención del mandatario Otto Pérez.
Jimmy Morales, un actor y comediante de 46 años, tenía 26,57% de los votos tras el recuento del 71,21% de las papeletas, según datos del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
El segundo lugar lo disputaban voto a voto el magnate y abogado Manuel Baldizón (45 años) con 17,99% y la exprimera dama Sandra Torres (59) con 17,13%.
Ninguno de los tres proyecta el necesario 50% de los sufragios para vencer en la primera ronda, lo cual obliga a una segunda vuelta el 25 de octubre entre los dos más votados.
Los analistas ven la votación de Morales como una respuesta a la necesidad de buscar a alguien ajeno al sistema, en momentos de repudio a la corrupción de la clase política tradicional.
"Jimmy (Morales) fue el único candidato que se puede llamar externo al sistema y que vendió un mensaje de 'ni corrupto ni ladrón', y la gente necesita eso", dijo el analista político Sandino Asturias, del Centro de Estudios de Guatemala.
El propio Morales dijo a periodistas al conocer su victoria que "somos parte de la población hastiada que ya no quiere más de lo mismo".
Consultado a quién prefería enfrentar en una segunda fase, respondió que le daba lo mismo porque Torres y Baldizón son "más de lo mismo".
Gane quien gane, el futuro gobernante, que deberá asumir el 14 de enero, tendrá el desafío de devolver la esperanza a una Guatemala harta de los corruptos, agobiada por una pobreza del 54% de los 15,8 millones de los pobladores y una violencia generada por el narcotráfico y las pandillas que deja una tasa de 39 homicidios por cada 100.000 habitantes.
Votación masiva
El magistrado del TSE Julio Solórzano dijo que la participación en los comicios fue de entre 68% y 70%, similar a los de 2011, pese al escándalo político que vive el país desde abril, con las denuncias de corrupción.
"Quien resulte electo debe tener claro que tendrá fiscalización de toda la población guatemalteca y por supuesto, del Ministerio Público (fiscalía) que investigará a quien corresponda, no importa si es el presidente, vicepresidente o cualquier funcionario", dijo tras votar la fiscal general Thelma Aldana.
La fiscal fue parte de la investigación que reveló un esquema de corrupción que provocó la renuncia de Pérez y su vicepresidenta Roxana Baldetti en mayo, ambos detenidos.
En un centro de votación, la estudiante universitaria Andrea Castillo, de 22 años, admitió que "fue difícil tomar la decisión de votar", pero dijo esperar que su candidato haga algo por mejorar el país.
Los guatemaltecos votaron para elegir al nuevo presidente, un vicepresidente, 338 alcaldes, 158 diputados y 20 diputados al Parlamento Centroamericano.
En el poblado indígena San Juan Sacatepequez, en el oeste de Guatemala, pobladores de origen maya con trajes coloridos desafiaron el frío de las montañas para llegar al centro de votación.
Los casos de corrupción "nos alientan más a buscar nuevos gobernantes para poder exigirles más", comentó el fabricante de muebles Carlos Cuyuch, mientras aguardaba para emitir su voto en un salón comunal.
Los comicios se desarrollaron tranquilamente pero en un ambiente de indignación contra la clase política del país, debido al escándalo sobre una banda de defraudación aduanera destapada el 16 de abril por la Fiscalía y la Comisión de la ONU contra la Impunidad (Cicig).
El expresidente Pérez y la exvicepresidenta Baldetti fueron señalados como cabecillas de la red, y su vinculación en el caso los obligó a renunciar a sus cargos en medio de grandes movilizaciones para exigir su salida.
Hasta que asuma el próximo presidente, el exmagistrado Alejandro Maldonado, de 79 años, asumió como mandatario un día después de la renuncia histórica de Pérez el pasado miércoles.
"La gente debe castigar con el voto a los candidatos que engañan", expresó Maldonado poco después de votar en la capital.