“Yo vivía en la Argentina, era estudiante, estaba terminando el profesorado de historia y empezando a dar clases cuando de repente, hace un par de años, decidí viajar a Nueva Zelanda. Saqué una de esas visas que te permite quedarte a trabajar por un tiempo porque por el tipo de cambio es una oportunidad para ahorrar en dólares y mi idea era después seguir viajando, pero me crucé con esta isla…”
Y así empezó todo para Nicolás Cordeiro, uno de los 22 futbolistas argentinos del Waiheke United, un club de fútbol ubicado en la isla homónima de Nueva Zelanda, un sitio paradisíaco en el mundo que registra el récord de jugadores albicelestes en una misma institución.
“22 de los 35 que conforman el plantel somos argentinos”, destacó Nico, quien contó esta historia de locos desde la isla en la que habita, y juega, y gana…
“La idea es hacer al Waiheke lo más grande posible. Cuando llegamos el club estaba en lo que sería la D de Argentina pero ascendimos tres categorías de manera consecutiva en los últimos años y ahora estamos una por debajo de Primera”, destacó el capitán del equipo, que además es técnico del conjunto femenino de la institución, al que sacó campeón en 2015.
Merece ser contada
Hace cuatro años, tres amigos argentinos (Facundo, Agustín y Pitu), viajaron como turistas a Nueva Zelanda y descubrieron una cancha de fútbol entre medio de unas montañas de la bella isla Waiheke. Allí preguntaron si podían jugar, se interesaron en la vida del club, vieron la oportunidad y se integraron al plantel.
Descubrieron que una vida mejor era posible, aprovecharon las oportunidades laborales del lugar y dieron aviso a otros amigos, que no dudaron en viajar. De repente esos primeros tres se hicieron 15 y ahora se cuentan hasta 22.
“Los que vinimos nos tropezamos con el fútbol, fue casi como un aspecto colateral de nuestro viaje. Nosotros acá decimos que la isla te atrapa porque cuando uno llega es muy difícil no hacer raíces, hay gente con muy buena onda, muy buenas oportunidades laborales, está ubicada en el medio del océano pacífico”, describió Nicolás, un mediapunta derecho que de chico había pasado por algunos clubes de nuestro país sin mayor éxito pero que por esta historia increíble terminó siendo un futbolista profesional ya que el Waiheke United está reconocido por FIFA y entonces, para jugar, debieron pedir los transfers a la AFA y presentarlos en el ente rector del fútbol mundial para poder ser fichados.
Con hinchada propia
“Este año tenemos una especie de seguidores, una especie de barrabrava que nos sigue a todos lados, que viaja en el micro con nosotros, que pone las banderas, los trapos, que se llama La Banda del Pipazo, son casi todos los argentinos, chilenos y uruguayos. Se ha formado algo muy lindo, muy loco”, contó el argentino con gestos que delatan que aún le resulta increíble la historia que él mismo protagoniza.
La figura local
El Waiheke tiene un futbolista destacado, el neocelandés Lee Smith, un jugador de 36 años que es un 9 de área demoledor, como describió Nicolás quien, además, apuntó: “Ninguno de los argentinos que estamos acá le pudimos sacar el puesto, es un fenómeno, podría jugar en cualquier divisional de la Argentina”.
Un lugar que atrapa
El lugar fue descubierto y habitado por los maoríes desde el siglo XIV. Allá por el año 1800 llegaron los primeros europeos que lo fueron colonizando. Está ubicada en el Golfo de Hauraki, a 35 minutos en ferry de Auckland, capital de Nueva Zelanda. Tiene alrededor de 7 mil habitantes permanentes y una superficie total de 92 kilómetros cuadrados, mucho más chica si se la compara, por ejemplo, con la ciudad de Buenos Aires que tiene 203,3.
Cuenta con playas de ensueño: Oneroa Beach, Little Oneroa, Palm Beach, Blackpool, Surfdale, Onetangi Beach o Cactus Bay, algunas de ellas, pero también con montañas y un clima cálido todo el año.
En verano, la población se dedica a la diversión: se organizan fiestas a diario que se extienden durante varias horas de la jornada. Una de las principales actividades económicas pasa por el desarrollo de viñedos que proveen a las bodegas de la zona.
Waiheke es un sitio elegido para el descanso de artistas, escritores, músicos y artesanos. Para el turista, un arco de actividades completo: paseos en veleros o bicicletas, o por los circuitos de las 37 galerías de arte del lugar, pescar, realizar una visita guiada por el parque de esculturas de Connells Bay, conocer las tiendas de artesanías, realizar senderismo o simplemente caminar por sus bellas costas.