Un campamento Hi Tech en el corazón de Recoleta

Un fogón a la luz de la luna, buena música, comida simple y espíritu comunitario actualizado a la era de la tecnología móvil. Una salida de bermudas y ojotas en el medio de la ciudad, que muta con las estaciones del año.

Un campamento Hi Tech en el corazón de Recoleta
Un campamento Hi Tech en el corazón de Recoleta

La cita parece extraña: las terrazas del paquetísimo Buenos Aires Design de Recoleta, el mismo que alberga el Hard Rock Café, Tucson y la heladería Un’ Altra Volta, junto a los locales de diseño y decoración más exclusivos de la ciudad. Ahí mismo se encuentra Camping BA, el lugar del que todos hablan.

La tendencia exigía hacer el ingreso triunfal una noche de luna llena. La de febrero, especialmente, fue una jornada agobiante en Buenos Aires, que hizo aún más tentador el plan de un paseo al aire libre.

El escenario, de entrada se percibe juvenil, relajado y apto para cualquier edad. Lucecitas amarillas cruzaban el cielo abierto de lado a lado generando un ambiente íntimo y festivo, y a un lado se alzan las cúpulas rojizas del Centro Cultural Recoleta y las estructuras del cementerio.

Mesas largas comunitarias amontonaban a los previsores que llegaron temprano. El resto, apoyados hasta en los canteros, utilizando los bancos de la terraza y los más vivos, desplegaron pareos, pashminas o lonas de playa y acamparon -literalmente- en el piso.

Una especie de quiosquito que emula un food truck muy canchero, despacha comida y bebida igual que en un campamento: todos hacemos una fila para recibir nuestro plato enlozado con alguna delicia sencilla y lejos de cualquier pretensión gourmet.

Pocas opciones, concretas y variadas para todos los caprichos: vegetarianas, frías, calientes y picoteos para los que sólo pretenden algo para acompañar la cerveza. Por supuesto no hay mozos, los cubiertos están en tarritos distribuidos por las mesas y cada uno acerca sus platos sucios a la bacha cuando termina de comer.

El orden es absoluto y la organización es impecable. “La propuesta es volver al campamento, al fogón, a hacer y relacionarse desde ese lugar. Vincularse con el otro desde un lugar de compañerismo, de humildad. Volver a un espacio que une, a cantar canciones conocidas, a comer comida simple” explica Gabi Balan, el director del proyecto, que pensó en esta idea porque creció con estas experiencias.

Para ejecutarla en este formato urbano, que abrió al público el 25 de marzo de 2014, decidió armar un “equipo de campamento” formado por diseñadores, arquitectos, directores musicales, gastronómicos, paisajistas, artistas, periodistas, meteorólogos. “Aprendimos a pedir ayuda”, confiesa, y alude al espíritu scout que homenajea en la vestimenta que eligieron como uniforme.

Lejos de agotarse con las altas temperaturas, la propuesta se extiende durante todo el año con variantes que se adaptan al clima.

Para el otoño cambia el horario según el mejor momento para estar al aire libre. Se modifica la carta, la distribución de las mesas -que abandona el estilo campamento y se convierte en un Beer Garden- y hasta la música.

Si bien en el verano es una salida nocturna imperdible, durante los meses más fríos el hit es almorzar al sol, y te prestan una mantita para abrigarte. “Ahora perseguimos la luna, pero en otoño e invierno queremos el sol. Acá llueve todo el tiempo. Si sabemos que son lluvias intermitentes, nos resguardamos en el refugio hasta que pare, y volvemos a empezar”, explica Gabi.

Música y redes sociales en un Camping de la nueva era
Durante las noches de luna llena hay fogones con shows acústicos en vivo. Esta noche le toca a Violeta Castillo, que invita a sumarse a Leo García. La consigna es, cómo no, "una que nos sepamos todos". Violeta arranca con sus temas y termina con versiones propias de canciones clásicas de ésas que podemos corear aunque no tengamos la misma edad, ni vengamos del mismo lugar.

Sin embargo, el quid musical de Camping BA pasa por otro lado. En primer lugar, esto no es El Bolsón, Llancanelo ni la Laguna del Diamante. Es la plena capital del país y, sí señores, hay Wi Fi.

Y los campers no asisten con cortaplumas ni cantimplora, sino con smartphones que vuelan. Lejos de rechazar la dependencia a la hiperconexión, el proyecto la toma como su aliado para la programación de la música que suena durante todo el día: conectándose al Wi Fi del camping desde el celular y entrando en la página web, se accede a la rokola virtual donde se pueden elegir las canciones.

La rokola cuenta con una selección de más de 200 discos -que cambian por temporada- con las tres canciones más conocidas de cada disco. Las listas enormes se encuentran clasificadas en Verano, Rock, Español, Black Power, Pop, Una que sepamos todos, Hoy, Acústico. #1’s y 20 discos para escuchar antes de morir. Hay para todos los gustos.

Otro detalle: para los que no están en el camping, la web no funciona como rokola pero sí como una radio. Se puede escuchar la play list que van armando los que están en el campamento desde cualquier lugar.

Las redes sociales, además, se usan para intercambiar fotos e información sobre la agenda, los horarios y los fogones.

Lo que hay que saber

Qué comer
Comida de campamento pero con una vuelta de rosca. La clásica ensalada de papa y huevo está reversionada con papines andinos y mostaza de dijón. Hay choclos con manteca, snacks, panchos, platos fríos y opciones vegetarianas. Los precios parten de $ 15 el choclo hasta los $ 40 el plato veggie o un sandwich.

En el medio, las opciones -acotadas- abarcan milanesas, un tipo de pasta, un arroz con atún y -la vedette- tortilla de papas. De postre, banana con dulce de leche, ensalada de frutas o churros para sumergir en chocolate, ninguno supera los $ 30.

La carta mantiene algunos platos inamovibles las cuatro estaciones, y otros se adaptan al clima. Para el otoño / invierno se espera el ingreso del adorado guiso que fue furor en 2014, alguna sopa para tomar en taza enlozada y el puré remplaza a las ensaladas.

Para tomar, licuados $ 30, aguas o gaseosas $ 25, vaso de cerveza $ 25 y botellas de vino Ojo de Agua $ 95 o Puro $ 120.

Para agendar
Horario de Verano: 12 pm a 2 am
Durante la Luna Llena de Marzo se celebrará el último fogón acústico de verano. Tocará en vivo la banda julio y agosto.
A través de las redes sociales se puede seguir la convocatoria y los horarios.
Los fogones marcan los días de mayor convocatoria, pero se puede ir en cualquier otro momento, en un plan mucho más tranquilo.

Ubicación
Terrazas del Buenos Aires Design. Av. Pueyrredón 2501 – Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Más información
Twitter: @campingba
Facebook: CampingBA
Instagram: camping_ba
www.campingba.com

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