Por Rodolfo Cavagnaro - Especial para Los Andes
El fallo de la Corte de Apelaciones de Nueva York finalmente terminó con las incertidumbres y confirmó la decisión del juez Griesa, que había levantado las restricciones para que Argentina emitiera nueva deuda y pagara a sus acreedores.
Con esta decisión, Argentina podrá comenzar a caminar hacia un futuro de normalidad después de 15 años de ostracismo, de un default con festejo político irresponsable. Ahora comienza un tiempo complejo en el que el crecimiento será la única forma de pagar el inmenso paquete de deudas que se deberá afrontar.
La decisión de los tribunales de EEUU posibilita emitir hasta 15.000 millones de dólares para cancelar en forma definitiva viejas deudas. El Congreso había sancionado una ley que derogó las normas de Pago Soberano y Cerrojo, que impedían el arreglo con los holdouts, pero condicionó la autorización para emitir deuda a que la Justicia norteamericana levantara todas las inhibiciones que pesaban sobre el país.
A partir de ahora podrán volver a cobrar los acreedores que habían entrado en los canjes de 2005 y 2010, que habían sido embargados por Griesa y se terminan los conflictos con quienes no habían entrado. Los que no lleguen a entrar a partir de lo acordado con Griesa, no podrán reclamar nada adicional a lo arreglado en el Juzgado de Nueva York.
No sólo el Estado argentino podrá volver a los mercados. También empresas privadas podrán acceder a los mercados financieros internacionales y empresas podrán decidir invertir en Argentina. Sólo resta que el país recobre la normalidad, y eso depende de decisión política y constancia para avanzar en el tiempo en la reformulación de políticas adecuadas.
Entre ellas, iniciar un camino seguro para terminar con la inflación será fundamental. Estos procesos son enfermizos y deben darse mecanismos para asegurar que no se repitan. La inflación es un veneno que licúa los salarios y el capital de las empresas y sólo favorece la voracidad del Estado y los especuladores. El gobierno calcula que podrá estar pagando entre jueves y viernes de la semana próxima. Desde entonces comienza un camino difícil pero fundamental, no sólo para la economía sino para asegurar el proceso democrático en la Argentina.