El gobernador mendocino, Alfredo Cornejo, tomó ayer un café con Mauricio Macri en el despacho presidencial tras el anuncio de la autovía que unirá a Mendoza con San Juan. Fueron unos minutos en los que no se habló de obras sino de política y en los que se hizo un rápido repaso del primer mes de gestión de Cambiemos.
Yo veo bien al gobierno en este primer mes, con medidas muy duras desde el punto de vista económico como la liberación del dólar. Se preveía que se iba a disparar a los 20 pesos y eso no sucedió. Muchos tomaron precauciones y remarcaron las mercaderías tomando ese valor y ahora esperemos que den marcha atrás”, dijo Cornejo a Los Andes antes de retirarse de la Casa Rosada.
Según el mandatario provincial, el tema central de la charla fue la exhorbitante cantidad de empleados públicos que Macri heredó de Cristina Kirchner, muchos de los cuales no tienen función alguna.
“La verdad es que el Presidente tiene una gran preocupación por reordenar el Estado. Me pidió que le contara cómo recibí Mendoza. La situación de la provincia es muy grave, fiscalmente. No quiero decir que sobran empleados, pero hay 104.000 CUIL (de estatales) y en 2007 cuando el ingeniero (Julio) Cobos dejó la gobernación (al peronismo) había 74.000 empleados. Es decir que en 8 años entraron 30.000 empleados”, explicó.
Cornejo le transmitió al Presidente la siguiente reflexión: “De la población económicamente activa de Mendoza casi la mitad vive del Estado, esto nos hace parecer más a una provincia del norte, donde el peso del Estado siempre fue más grande que la del sector privado”.
El Gobernador también apoyó las herramientas con las que Macri está gobernando. “Estoy de acuerdo con que el Ejecutivo tenga liderazgo institucional y la oposición debe darle la derecha en estos temas. El DNU es un decreto previsto por la Constitución y se usa en estos tiempos hasta tanto conseguir los consensos legislativos”, señaló pragmáticamente.
Luego del café con el Jefe de Estado, Cornejo tuvo otra reunión con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y dos altos dirigentes radicales: el gobernador jujeño, Gerardo Morales y el ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad.
Los radicales volvieron a ratificarle al hombre de mayor confianza del Presidente el respaldo del centenario partido a la incipiente gestión .
“Me parece bien que Macri lleve a (Sergio) Massa a la cumbre de Davos, creo que llegó la hora de dar señales conjuntas, de que no hay una pelea férrea entre oficialismo y oposición, de que avanzamos unidos hacia la normalización. Por eso hoy vinimos juntos con el gobernador Uñac. Hace 15 días que estamos trabajando codo a codo las dos provincias, pese a que él pertenece a otro signo político. Estamos con otro clima”, sostuvo Cornejo.