Los cuatro afirmaron que ganar la mítica competencia tuvo un sabor especial. Porque más allá de haber obtenido la victoria que todos los pilotos del Zonal Cuyano anhelan, la misma quedará por siempre en sus memorias por la importancia extra que tuvieron.
Sino pregúntenle a Gustavo Santibáñez que, decidido a estar presente en todas las fechas haciendo una pausa en el Zonal Santafesino, puso en pista su Volkswagen Gol y cosechó el primer triunfo del año, el que significó el tercero en las estadísticas del Gran Premio Vendimia que ahora lo tiene como el más vencedor.
Aparte, el éxito puso al Pelado de San Martín de lleno en la batalla por el campeonato que desde hace tanto tiempo busca en la Clase 2.
"Me gustaría ser candidato al título, pero soy consciente que no será fácil porque están Martín Pontoni, Abdo Girala, Pablo Malizia y Juan Manuel Farrero para pelear en todas las carreras", manifestó.
Cuesta mucho que un volante logre tres victorias al hilo en igual cantidad de presentaciones. Eso lo vivió Pedro Piastrellini, quien hace lo imposible para reunir el presupuesto y estar en cada capítulo.
El hombre de San Rafael, en silencio, se abrochó otro éxito que lo dejó cómodamente en la cima del torneo de Turismo Promocional, aparte de alcanzar su segundo trofeo del Automóvil Club Mendoza.
“Nunca imaginé este presente. Antes de empezar el año teníamos la idea de pelear por la victoria, pero ahora no queda otra que pensar en el campeonato”, tiró el sureño.
Si de ganar consecutivamente se trata, no podemos olvidarnos de Luis Maggini. Tras ser segundo en la apertura, el tupungatino se despachó con dos victorias seguidas y anotó su nombre por primera vez en la 64ª edición del Gran Premio.
El Gerardi Motorsport volvió a entregar una Chevy imbatible para que el ex campeón se floreara en el TC Cuyano que lo tiene en el primer lugar del campeonato. “El objetivo no es otro que el título. El auto funciona bárbaro y vamos por el camino correcto”, dijo Maggini.
La profunda herida que significó retener la corona de Clase 1 en la última fecha del año pasado aún no cicatriza para Fernando Persia. Pero, de cierto modo, tuvo la satisfacción de ser el Rey de la Vendimia en la divisional menor a los 60 años.
Tras aquel abandono en el capítulo final de 2013 y la deserción en la apertura de 2014, el sanjuanino se reencontró con la alegría en la segunda carrera.
“Venía con mucha mala suerte, pero se terminó en esta fecha tan importante. Tengo un auto para ir en busca del título que se escapó por poco”, comentó el experimentado piloto.
Bostezos y preocupaciones
El dominio del cuarteto ganador fue tal que, por momentos, las carreras se tornaron aburridas. Una pequeña cuota de suspenso llegó en los finales del Turismo Promocional (con la pinchadura del neumático de Piastrellini) y el TC Cuyano (con la pérdida de aceite en el impulsor del Chivo de Maggini).
En cuanto al público, una vez más no acompañó. Poca gente presenció la actividad del domingo, pero más preocupante resultó la cantidad de autos: 58 entre las 4 categorías. ¿Cambiará en San Luis?