Todo comenzó allá por 1987, cuando las carteleras de cine anunciaban el estreno de "Dirty Dancing" o "Baile Caliente". La película, hoy es un clásico, a fuerza del magnetismo entre los cuerpos de Patrick Swayze y Jennifer Grey.
Hoy 'The time of my life' sigue resonando... Esa melodía llevó a Carla Bonfanti a crear este homenaje que se presentará hoy a las 21 en el teatro Plaza. Habiéndose estrenado el año pasado, esta vez el espectáculo retorna renovado en cuanto a su puesta y elenco.
Esta vez, cuenta Carla, se ha apostado a la música en vivo. Por supuesto, a su lado y llevando la antorcha como protagonista, retorna Maxi Diorio, el balarín marplatense conocido por "Showmatch".
“Cuando empecé a bailar, ‘Dirty Dancing’ para los bailarines marcó un antes y un después. Todos queríamos llegar a eso. Siempre fue como una asignatura pendiente, me encantaba la música de la película, más allá del guión, eso era lo que más me atrapaba. Me inspiraba a crear coreografías a través de esa música -dice Carla-.
Lo primero que pensé fue ¿quién puede ser Patrick?, entonces me puse en contacto con Maxi Diorio para hacerle la propuesta. Todo esto sucedió en diciembre del 2012, en febrero Maxi vino a conocer la propuesta, y en abril del 2013 se estrenó ‘Dirty Dancing’ en el Teatro Plaza.
Diorio retoma: “Cuando me lo propuso la verdad que, también, tenía a la película como un ícono, y hacer el papel de Patrick fue como ‘Wow’. Así que apenas me llamó para hacerme la propuesta, me encantó y acepté a los dos segundos.
-¿Y qué sucedió después del estreno?
C: Me quedé con la sensación de que había que seguir apostando al producto, que era maravilloso. La reacción de la gente fue increíble. Este año decidí hacer la puesta con música en vivo (con la dirección de Javier Guajardo), porque me parecía genial hacer un tributo a la música que fue lo que primero me atrapó.
Con respecto a las coreografías, si bien se mantiene la estética y la esencia de la película, muchos temas, al no estar coreografiados en la peli, tienen su propia y original puesta.
También agregué los coros en vivo que se usaban en esa época, en esta oportunidad el número de cantantes pasó de 4 a 8. Hay muchos más artistas en escena para generar ese impacto visual de la masa de la gente en movimiento.
M: -Ahora además de bailar, actúo y, también, se le ocurrió a Carla que cante.
C: -Es que me pareció que el personaje de Patrick tiene todo ese lado tierno, de ser ese hombre de 30 años firme pero al mismo tiempo tan romántico. Por eso me pareció que estaría bueno que Maxi cantara en esta oportunidad.
-¿Tengo entendido que hicieron una gira con la obra?
C: En realidad decidí que a la obra para llevarla a gira le faltaba algo, cosas más efectistas. Decidí postergar un poquito, ampliar la parte artística y ahora creo que sí. Estoy escuchando ofertas, tratando de ver.
-¿Cómo se han organizado en esta oportunidad, siendo que Maxi viene de Buenos Aires?
C: Con los chicos hace dos meses que estamos ensayando, siempre cantantes, músicos y bailarines por separado. Ya cuando llega Maxi se hace el gran ensamble, es un trabajo bastante grande. Pero la verdad es que Maxi es rapidísimo así que ya se sabe todo. Yo por mi parte trato de ir organizándole todo, primero solo conoce e iteractúa con la gente de la obra.
M: Uno piensa que una semana antes de un espectáculo es poco, pero la verdad es que vine y estaba todo muy organizado. Ya hemos trabajado antes juntos así que se vuelve más fácil. Ya nos conocemos y, además ya hemos hecho antes la obra. Me tienen 20 horas ensayando pero después me aplauden (risas).
C: Si todo va bien se repetiría el 30 de noviembre. Después de eso si se concretan los lugares en el el verano que me han propuesto, nos estaríamos presentando en San Juan, San Luis y Las Grutas en Río Negro.
-¿Y vos cómo ves desde afuera a este público mendocino?
M: La respuesta de la gente ha sido genial, mucho aplauso al final de la obra. La verdad que muy cálidos.
C: Y, si el mendocino aplaude es porque realmente gustó (risas).
-¿Tienen pensado proyectos para más adelante?
C: Sí, tenemos. Pero me parece que Dirty tiene para rato, es una obra que abarca todas las edades, la puede ir a ver la familia. Tiene todo un lado romántico y dulce que está bueno, así que la idea es seguir un poco más apostando al proyecto. A futuro sí, pensamos seguir haciendo cosas juntos mientras Maxi me diga que sí, porque no lo puedo reemplazar (risas).