Kano, Nigeria. Un presunto miembro de Boko Haram disfrazado con un uniforme escolar detonó ayer una bomba en un colegio del noreste de Nigeria y mató a 47 estudiantes, en lo que sería el peor ataque contra una escuela cometido por este grupo islamista que se opone a la enseñanza no islámica, informaron autoridades locales.
La masacre llegó un día después de que Boko Haram difundiera un nuevo video en el que su líder, Abubakar Shekau, volvió a desmentir afirmaciones del gobierno de Nigeria de que ambos habían acordado una tregua y que estaban en curso negociaciones de paz para un conflicto que ya dejó miles de muertos.
El presidente nigeriano, Goodluck Jonathan, condenó el ataque “ruin”, mientras que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamó a las autoridades del país africano a apresar, juzgar y castigar a los responsables.
El titular de Naciones Unidas está “escandalizado de la frecuencia y la brutalidad de los ataques contra instituciones educativas en el norte del país”, dijo su vocero en un comunicado.
La agencia de la ONU para la infancia UNICEF se sumó al repudio, expresando que “estos ataques reiterados e implacables son ataques al futuro de Nigeria, un país que ya tiene el mayor número del mundo de chicos fuera de la escuela”.
La fuerte explosión se registró dentro de un colegio para varones en la ciudad de Potiskum, justo cuando los chicos formaban fila para entrar a las aulas antes del comienzo de clases, desatando escenas de caos, pánico y desesperación, dijeron fuentes policiales, autoridades del colegio y familiares de víctimas.
Los estudiantes del Colegio Estatal Secundario de Ciencia estaban esperando las palabras diarias del director cuando ocurrió el estallido, a las 7.50, agregaron las fuentes.
“Hubo una explosión causada por una bomba detonada por un atacante suicida. Tenemos 47 estudiantes muertos y 79 heridos”, dijo el vocero de la policía nacional nigeriana, Emmanuel Ojukwu, quien agregó que Boko Haram era el principal sospechoso.
Ojukwu también dijo que el atacante estaba disfrazado de estudiante y que entró junto a otros chicos al colegio, donde cursan más de 1.000 pupilos de entre 15 y 20 años.
El gobernador del estado (provincia) de Yobe ordenó el cierre inmediato de todas las escuelas públicas en la zona de Potiskum y fustigó al gobierno central del presidente Goodluck Jonathan por el ataque.
“Se tienen que tomar medidas urgentes para restaurar la confianza pública, que se está desmoronando rápidamente, haciendo lo que sea necesario para detener esta creciente violencia”, dijo el gobernador Ibrahim Gaidam en un comunicado citado por la cadena de noticias BBC.
El presidente Jonathan, en un comunicado, ofreció su “sentida conmiseración” por el sufrimiento de los familiares de las víctimas.
El mandatario admitió que Nigeria ya sufrió muchos reveses en su lucha contra el extremismo islámico, pero reafirmó que los responsables “serán llevados ante la Justicia tendrán que pagar por sus atrocidades”.
Un estudiante dijo a BBC que vio cuerpos mutilados de compañeros de clase en el lugar del estallido, y residentes y rescatistas contaron haber visto a padres llorar al reencontrarse con sus hijos o al hallar sus cuerpos en el hospital.
Soldados que acudieron al lugar de la explosión fueron atacados a piedrazos por la multitud que se había congregado, que acusaba a las tropas de no hacer lo suficiente contra Boko Haram.
“Mi hermano, que estudiaba en el colegio, murió en la explosión. Tenía 16 años... Lo enterramos hoy”, dijo un estudiante a BBC. “El gobierno tiene que ser más firme con el combate a Boko Haram porque se está saliendo de control”, agregó.
Boko Haram, que quiere instaurar un estado islámico en el norte de Nigeria, tiene un largo historial de mortales ataques contra escuelas que enseñan siguiendo lo que el grupo considera un “currículum occidental”.
En febrero pasado, combatientes de la organización asesinaron a 40 estudiantes arrojando explosivos dentro de un dormitorio de un colegio para pupilos en Bruni Yadi, también en el estado de Yobe.
En julio del año pasado, 42 estudiantes fueron asesinados cuando Boko Haram irrumpió a los tiros en los dormitorios de otro colegio secundario en el poblado de Mamudo, cerca de Potiskum.