Un asteroide capaz de destruir una ciudad completa rozó la Tierra el domingo pasado y la NASA ni siquiera lo detectó. El objeto celeste tenía entre 48 y 110 metros, con suficiente potencial destructivo para arrasar un área metropolitana.
El cuerpo, bautizado como 2018 GE3, pasó inadvertido durante toda su aproximación a nuestro planeta, a una distancia aproximada de 192.000 kilómetros, es decir, menos de la mitad de la que nos separa de la Luna. A una velocidad de 106.497 kilómetros por hora, el asteroide tardó menos de dos horas en llegar hasta el satélite natural.
Luego de su paso que no fue registrado por la agencia espacial estadounidense, se pudo comprobar que el 2018 GE3 tenía un diámetro seis veces superior que el célebre meteorito de Cheliabinsk, que en 2013 explotó sorpresivamente en Rusia y provocó más de 1.500 heridos.
Sin embargo, si el asteroide hubiera entrado en la atmósfera de la Tierra, una gran parte de su masa se habría desintegrado por la fricción con el aire. De acuerdo a las estimaciones, un meteoro de estas dimensiones sería capaz de causar "daño regional", lo que los astrónomos entienden como la completa destrucción de una ciudad, apuntó el portal Sputnik.
La NASA tiene un programa para la detección de asteroides, cuerpos pequeños y oscuros, aunque sólo suele buscarlos de un mínimo 140 metros de ancho. Incluso en la estimación más alta, el 2018 GE3 tenía solo tres cuartas partes de ese tamaño.