Un asesino convicto retratado en la serie de Netflix “Making a Murderer” presentó una apelación en la que dice que las autoridades usaron una orden ilegal y que un jurado tenía el propósito de inculparlo, entre otras cosas.
Steven Avery, quien busca que lo liberen tras pagar una fianza, fue sentenciado por homicidio intencional tras la muerte de la fotógrafa Teresa Halbach ocurrida hace una década.
Avery había sido sentenciado incorrectamente antes en un caso de violación por el que pasó 18 años en prisión.
Las cineastas de “Making a Murder” cuestionan el proceso a Avery y Dassey, y su documental ha desatado alto impacto.