El Naranja venía de despedir el 2019 con una gran victoria en su última presentación ante Sportivo América por 97-85, en condición de visitante en Rosario. Fue el primer festejo en rodeo ajeno de la temporada para los mendocinos, que un puñado de partidos antes del receso consiguió un mayor equilibrio en la tabla, sumando 3 victorias en los últimos 5 juegos.
Rivadavia había cerrado el 2019 con desempeño positivo. Así, la intención para este año era poder tener la regularidad necesaria para dar pelea más arriba y llegar a disputar los Playoffs. Como local, el Naranja tenía la posibilidad de dar el primer paso positivo ante un rival como Salta Basket, que es protagonista y que ganó los dos duelos previos entre ambos.
Pero no importó el historial, ni cómo llegaba cada conjunto. Lo que se puso sobre la mesa fue la actitud y el deseo de quedarse con el primer juego del año. A Rivadavia se lo vio renovado, con muy buen desempeño durante los 45 minutos. Si bien tuvo que llegar al tiempo suplementario para definirlo, el Naranja realizó una labor destacable y empezó el 2020 a lo grande.
