El futbolista argentino del Barcelona, Javier Mascherano, fue condenado a una pena de un año de prisión que no cumplirá y al pago de una multa de 816.000 euros tras declararse culpable de los dos delitos de evasión fiscal que se le imputaron en España.
La sentencia fue anunciada por la Audiencia de Barcelona en presencia del jugador, quien debió presentarse en los tribunales para ratificar un acuerdo previo alcanzado con la Fiscalía y que contó también con el aval de la Abogacía del Estado, que representa a la Hacienda española.
“Siempre estuve tranquilo”, aseguró, escueto, Mascherano, rodeado por periodistas y fotógrafos mientras se retiraba de la Audiencia Provincial de Barcelona, situada en el Passeig de Lluís Companys, en el centro de la ciudad condal.
El juicio contra el “Jefecito”, figura del Barcelona y la Selección argentina, sólo duró unos minutos. “El señor Mascherano no es un delincuente, tuvo un asesoramiento equivocado y ha asumido la responsabilidad”, afirmó por su parte su abogado, David Aineto.
De pie frente al juez, Mascherano se limitó a decir “sí, estoy de acuerdo”, cuando se le leyeron las acusaciones en su contra y las penas solicitada por la Fiscalía, que habían sido pactadas a principios de diciembre.
La base del acuerdo judicial fue el reconocimiento por parte del jugador “azulgrana” de los delitos fiscales cometidos en 2011 y 2012 en relación con la tributación de sus derechos de imagen por un valor de 1,6 millones de euros, que ya devolvió al fisco.
De acuerdo con la sentencia, Mascherano saldará sus cuentas con la justicia pagando una multa de 816.000 euros, que corresponde a la suma del 40% del importe de la multa por el primer delito (235.128 euros) y el 60% de la segunda (581.344 euros).
Asimismo, la estrella del fútbol mundial recibió una pena de cárcel de 4 meses por el primer delito y de 8 meses por el segundo delito. A pesar de ello, no tendrá que cumplir prisión ya que la ley española establece a partir de los dos años el límite de cumplimiento en caso de que no existan antecedentes penales, como es su caso.
Por ese período de tiempo, Mascherano no podrá ejercer su derecho a voto ni beneficiarse de subvenciones públicas, según el fallo.
Durante la audiencia, la defensa de Mascherano propuso al juez sustituir la “suspensión” de la pena de prisión -una decisión que aún debe tomar el tribunal pero que se da por hecho ya que la acusación no se opone a ello- por el pago de una multa de 30 euros durante 720 días, lo que da una suma de 21.600 euros.
Sin embargo, el abogado del estado objeto la petición, con lo que el magistrado anunció que se tomaría un tiempo para decidir sobre el asunto.
La Fiscalía española acusó al jugador del Barcelona por no haber tributado en sus declaraciones de IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) los ingresos obtenidos en 2011 y 2012 provenientes de sus derechos de imagen obtenidos de la marca Nike.
De acuerdo con la investigación, esos pagos fueron eludidos simulando la cesión de sus derechos de imagen a empresas “instrumentales” domiciliadas en paraísos fiscales. Las rentas las obtenía a través de una sociedad domiciliada en Miami (Estados Unidos) y simulaba la cesión a otra empresa radicada en la isla de Madeira, en Portugal.
“Hoy Mascherano ha cumplido con la Justicia”, remarcó su abogado. “El jugador ya ha acabado su calvario con este asunto”, añadió.
Por otro lado, Aineto explicó que solicitó la multa en lugar de la suspensión de la prisión precisamente para que el tema no quede abierto, pero que la próxima semana probablemente se pueda conocer la decisión.
El jefecito culpó a sus ex asesores fiscales
Javier Mascherano aseguró por medio de un comunicado que “siempre” fue una persona honesta y culpó a sus ex asesores fiscales de sus problemas judiciales, luego de haber aceptado una condena de un año de prisión que no cumplirá y una multa por haber defraudado al fisco español por 1,5 millones de euros.
“He llegado a un acuerdo con Hacienda de España, con sentencia firme y aprobación de todas las partes. Así, una vez resuelta la parte legal y con la tranquilidad de tener regularizada mi situación fiscal, quiero hacer un breve descargo”, comenzó el comunicado.
“Tras acordar mi llegada al Barcelona, contraté a un prestigioso Estudio Fiscal Español, con profesionales de renombre y excelente reputación. De acuerdo a mi situación, ellos me recomendaron determinadas estructuras, todas dentro del marco legal, notificándose siempre que eran procedimientos habituales, transparentes y aceptados por la ley”, explicó el futbolista.
“Fui asesorado por dichos profesionales desde el año 2010 hasta el 2014, cuando decidí cambiar de Estudio ante el proceso que se había iniciado en mi contra y con evidencias de que mi problema era ya no potencial sino una realidad”, .
Según Mascherano, sus nuevos asesores le recomendaron “pagar los impuestos reclamados por Hacienda, presentando lo que llaman 'rectificaciones' sobre todos los ejercicios fiscales”.
“Ahora, finalmente y luego de una amarga espera, llega este acuerdo, que me devuelve la tranquilidad de tener mis obligaciones al día”, subrayó.
“Soy un deportista profesional, no tengo grandes conocimientos de cuestiones impositivas ni legales. Por lo tanto, debo apoyarme en gente que sí maneja estos temas técnicos y, para mí, complejos”, manifestó.