Se cerró un año exitoso para el seleccionado argentino de balonmano de cadetes que tuvo a cinco mendocinos como protagonistas en el Sudamericano de Paraguay, ya que el elenco consagrado subcampeón masculino estuvo conducido por Alfredo Zanona y conformado por Joaquín González. En tanto que el resultado más valioso fue el del equipo femenino compuesto por Sofía Cepeda, Sofía Manzano y Ayelén García, quienes se tomaron revancha del anterior campeonato y, esta vez, en Asunción, festejaron el título de campeón.
Las chicas, con este campeonato, cerraron un ciclo en cadetes porque ahora subirán de categoría para nuevos desafíos. En tanto que Joaquín fue uno de los más pequeños del grupo, pero con grandes ambiciones para prometerse una segunda chance el año próximo. Y el técnico de Godoy Cruz, que viene de un proceso que inició en 2013, espera continuar en 2016. Sobre el campeonato, estos mendocinos con proyección hacia los Gladiadores y la Garra dialogaron con Más Deportes, hicieron su balance y contaron sus expectativas para el año que viene.
El técnico “Fredy Zanona”, integró el cuerpo técnico del seleccionado de cadetes desde 2013. Pero el año pasado se convirtió en la figura principal del seleccionado argentino de esta categoría, por lo que es uno de los más calificados para exponer sobre la evolución de estos jóvenes deportistas del balonmano nacional.
Como balance de ambos seleccionados, el DT argumentó sobre este Sudamericano en Paraguay que “fue bueno para los chicos y muy bueno para las chicas, porque el programa te pide un logro mínimo y uno máximo. El mínimo es llegar al bronce y el máximo, al oro. Y como es un programa de desarrollo se busca que los chicos tengan en esta edad la experiencia de jugar un Sudamericano, como nivel internacional, y preparalos para cuando lleguen al siguiente seleccionado”.
Y continuó: “Los pocos partidos que les tocó perder lo hicieron de igual a igual. Este año achicamos diferencias con Brasil en varones y en las mujeres salimos campeones. La tendencia es mejorar”, confió desde el aspecto competitivo.
En tanto que a nivel global, sobre el aporte del Prohand, cuyos logros son efecto de este programa, Zanona manifestó: “Lo más importante fue que pudimos sumar en el seleccionado un número mayor de chicos del Interior, además de los de Buenos Aires (que tienen muchos jugadores, equipos y más roce competitivo). Tuvieron la posibilidad de entrenarse contando con los recursos para que ellos puedan viajar, llegar a tiempo y en forma”, dijo el técnico que lleva un exhaustivo seguimiento de estos chicos del Prohand desde hace cuatro años y para el que viene “están en vistas jugadores de San Juan y San Luis”, aseguró.
-¿Continuarás como entrenador del seleccionado de cadetes masculino?
-Aunque nunca me imaginé estar 3 años en el cuerpo técnico del seleccionado, en una selección siempre hay ciclos. Hay probabilidades de continuar, porque en este último Sudamericano fuimos con chicos menores a la edad límite, de 14 y 15 años cuando el torneo era hasta 16. Por lo que tenemos margen para prepararlos y competir el año que viene.
Por su parte, Joaquín González fue parte también de este proceso conducido por Zanona, su técnico además en el Tomba. Sin embargo para él no fue fácil tenerlo como DT porque debió exigirse el doble para no despertar dudas. Y logró convencer a los ocho entrenadores de las ocho regiones que evaluaron y definieron la lista definitiva del seleccionado nacional. Una vez adentro, Joaquín se integró al elenco sin problemas, reencontrándose con compañeros del seleccionado de menores del año pasado. Y su ambición pese al debut, siempre fue ganar.
“Fue mi segunda vez porque formé parte del Sudamericano de menores el año pasado. Pero en este equipo nos integramos bien debido a que ya nos conocíamos del año pasado. Sabíamos que éramos más chicos que los otros equipos pero no nos importó, queríamos ganar igual. Fue un torneo difícil con mucho por analizar”, dijo el lateral de 14 años. González, a modo de autocrítica confió que para su evolución: “Faltó más cabeza, concentración, maduración y técnica”.
Por su parte, el seleccionado argentino femenino, conducido por la terna formada por Alejandro Rodríguez, Eliana Chiatti y Carlos Pereyra, dio frutos esperados. La sanrafaelina Ayelén García (15 años), lateral derecho de Andes; Sofía Cepeda (16), pivote, y Sofía Manzano (16) lateral izquierdo, ambas de la Municipalidad de Maipú, fueron elementos fundamentales para este capítulo en cadetes.
Para Manzano, quien fue la capitana del elenco albiceleste, se cerró “un proceso de dos años en cadetes y fue una experiencia muy linda. Este año, comparado con el anterior, fuimos con otra cabeza. Fuimos a Paraguay a matar o morir, porque en el anterior Sudamericano las subestimamos y nos superaron en la final”, comentó en la charla.
Y Cepeda agregó: “Se fortaleció el equipo. Contra Paraguay (el rival a vencer) ganamos por 10, en la fase de grupo. En la final fue duro. Los primeros 25' fueron horribles. El primer tiempo cerró 5-4 a nuestro favor pero no entraba la pelota para ninguno de los dos elencos. Fue tenso. Nuestra defensa fue exitosa y recién en el complemento se pudo aumentar”.
En el diálogo, Manzano detalló: “En el segundo tiempo estábamos desesperadas, salimos con todo. Más armadas, con otra cabeza, la movimos más, encontramos los espacios para achicar la diferencia”. Y Céspedes apuntó: “Pudimos anular a la mejor jugadora de Paraguay, quien después de que se nos abrió el arco comenzó a desesperar, a querer manejar el partido sola. Incluso, el técnico empezó a meter cambios”.
En lo personal para Cepeda "fue muy positivo porque me hallé en otro puesto que no es el habitual en Maipú (lateral). En el seleccionado juego de pivote”. Mientras que para la capitana “me traicionaron los nervios. No jugué mal pero podría haber estado mejor”.
Con Ayelén García, de San Rafael, estos jóvenes le dieron a la Argentina un gran aporte. El promedio fue de 4 goles por partido. Valioso dato que ilusiona para volverlos a ver con la camiseta albiceleste.