La interna en la Asociación Trabajadores del Estado entre sectores liderados por los secretarios generales actual, Roberto Macho, y anterior, Raquel Blas, no tiene fin.
Ayer, un congreso general extraordinario ratificó la decisión del Consejo Directivo provincial de separar del cargo a 11 dirigentes de la organización, entre los cuales se encuentra la propia Blas.
La decisión fue adoptada a pesar de que los sancionados lograron un amparo en una cámara laboral que dispuso “no innovar”.
"El amparo fue extemporáneo y lo resolvió una jueza provincial de San Martín cuando ATE tiene personería nacional y no intervino ningún juez federal", consideró el dirigente Julio Tolosa del 'sector Macho'.
“Los amparos no tienen jurisdicción y la notificación no sólo fue dirigida al secretario general de Mendoza, sino también al nacional”, respondió Blas.
“Estamos en la certeza de que el congreso es válido tanto como sus resoluciones y Blas ya no pertenece a la conducción de ATE. Todo se ha hecho respetando el estatuto del sindicato”, remarcó Tolosa. “La medida cautelar está vigente y no aplicarla es desobedecer una orden judicial, lo que da pie a una demanda penal”, subraya Blas.
“La demanda penal la iniciamos nosotros en noviembre por malversación de fondos del sindicato contra Blas y la Fiscalía interviniente ya prepara la imputación”, dispara Tolosa. “He puesto mi cuenta bancaria particular a disposición de la Justicia para que investigue lo que sea necesario”, contesta Blas.
La jueza Zaida Alejandra Landini, de la Segunda Cámara del Trabajo de la Tercera Circunscripción Judicial ordenó al congreso de ATE que se abstenga de resolver sobre "el punto tres del orden del día, referido a la ratificación de las resoluciones tomadas por el Consejo Directivo provincial en cuanto a la aplicación del artículo 32 del estatuto societario". Todo hasta que el Ministerio de Trabajo de la Nación resuelva la cuestión de fondo.
La referencia apunta a la separación del cargo de Raquel y Graciela Blas; Vicente Frezza, Héctor Suárez, Carlos Gómez (los últimos dos del área administrativa) y seis vocales de la comisión directiva de ATE Mendoza. Las quitas de licencia gremial y separación de cargos se argumentan en que "no asistían a nuestra sede gremial ni cumplían con ninguna función específica".
Los cruces se reiteran en medio de un cambio abrupto en la metodología habitual de la organización.
Un nuevo choque se prevé el 31 de marzo, cuando la asamblea elija a los nuevos congresales del sindicato.
El ‘sector Blas’ mantiene apoyos en el Gran Mendoza y el de Macho se hace fuerte en el interior provincial a través de las 8 seccionales.
El congreso de ATE supera los 200 integrantes con un congresal cada 50 afiliados. Para la actual conducción ayer hubo 130 congresales, Para la anterior "sólo 50 eran del Gran Mendoza".
