El director de la escuela técnica de Palmira fue brutalmente agredido por uno de sus alumnos y también por parte de la familia del estudiante, que sin contemplaciones lo golpearon y patearon en una de las oficinas de la escuela.
La agresión provocó lesiones y cortes en la cara y también en el torso de Antonio Casas, director de la escuela Nicolás Avellaneda, que se retiró visiblemente nervioso y acompañado por la policía. El hecho ocurrió durante el turno noche del miércoles y fue el inesperado desenlace de una primera pelea que hubo entre dos alumnos.
"Ha sido todo muy lamentable y vamos a ir hasta las últimas consecuencias, tanto a nivel escolar como en la Justicia, porque esto que pasó tiene que ser una bisagra, no puede repetirse una agresión así, donde un director de escuela es salvajemente golpeado y amenazado", señaló Gustavo Funes, supervisor de la DGE, durante su visita a la escuela.
"Ha sido todo muy lamentable y vamos a ir hasta las últimas consecuencias"
La historia que terminó con la paliza al director Antonio Casas ocurrió en el turno noche y arrancó durante el primer recreo del miércoles: a eso de las 19.30 dos alumnos del primer año comenzaron una pelea en el patio de la escuela, aparentemente porque uno de ellos insultó a la madre del otro.
Según los testigos, fue una pelea encarnizada, a tal punto que tuvieron que intervenir cinco docentes para separar a los muchachos, entre ellos la regente, Nélida Príncipe y el propio director, Antonio Casas. "Estaban enceguecidos y no podíamos parar la pelea", contó la regente, que en medio de la trifulca recibió algunas patadas que le dejaron marcas en sus piernas.
Finalmente los maestros consiguieron terminar con la pelea, la regente se llevó a uno de los alumnos hasta una oficina y la sicopedagoga del Nicolás Avellaneda atendió al otro.
“Yo estaba con el más agresivo de los dos, traté de calmarlo pero seguía enojado; quise comunicarme con sus padres, los llamé 15 veces por teléfono y le dejé mensajes contando que necesitaba hablar con ellos pero no tuve respuestas”, explicó Nélida Príncipe: “Entonces decidí acompañar al alumno hasta su casa, pero cuando llegamos no había nadie y él se quedó a la vuelta, en lo de unos parientes”.
Media hora después de eso ocurre lo impensado: alguien le avisa al director que volvió el alumno y que está acompañado por sus padres; Casas sale a recibirlos, imaginando una charla adulta para resolver una pelea entre chicos de 14 años, pero en lugar de eso se encontró con que comenzaron a golpearlo.
“Estaban el papá, la mamá y el alumno; también un hermano menor y un primo”, enumeró el supervisor Funes y aseguró que le pegaron casi todos: “Casas no tuvo tiempo a defenderse ni tampoco se enteró por qué le pegaban”. Aunque no se conocen los motivos de la paliza, un docente contó que el muchacho le dijo a su papá, que cuando los separaron de aquella pelea en el recreo, el director lo golpeó, algo que nunca ocurrió según todos los testigos.
"Casas no tuvo tiempo a defenderse ni tampoco se enteró por qué le pegaban"
Antonio Casas realizó la denuncia en Fiscalía, luego se hizo estudios médicos y finalmente se tomó una licencia. Hoy no fue a la escuela pero se comunicó con uno de los docentes: “Físicamente estoy un poco mejor, pero anímicamente estoy destrozado”, le contó.
Los dos alumnos que protagonizaron la primera pelea han sido apartados del establecimiento y hoy, aunque hubo clases, parte de la jornada los docentes la dedicaron a reflexionar con los alumnos sobre lo ocurrido. Mañana las jornadas sobre la violencia seguirán en el Nicolás Avellaneda, de Palmira, aunque las charlas serán destinadas esta vez a los maestros y estarán a cargo del área de Bienestar Docente de la DGE.
"Vamos a ir a fondo, tanto en la sanción que les cabe a los alumnos como en la denuncia por las agresiones a Casas, donde la DGE se va a constituir en querellante. Tenemos que ponerle un punto final a estas salvajadas y que cada uno se haga responsable de lo que hace", cerró el supervisor.