Un caso de violencia escolar extrema conmocionó a alumnos y docentes del colegio Herminia Morales de Ramponi, de Guaymallén. Un alumno de 14 años le dio un martillazo en la cabeza a un compañero dentro del aula. El joven agredido recibió tres puntos de sutura y fue internado en el hospital Notti.
El episodio violento ocurrió ayer en la mañana dentro del establecimiento, ubicado en España y Alpatacal, cuando una profesora se estaba retirando del curso. En ese momento, dos alumnos comenzaron a discutir, uno sacó de su mochila un martillo de acero macizo, diseñado para romper los cristales de los micros en casos de emergencia, y le propinó un fuerte golpe en la cabeza.
El herido quedó tendido en el piso rodeado por un charco de sangre, situación que generó pánico entre sus compañeros y profesores. "Son dos alumnos de primer año y según nos confirmaron desde la escuela, no habían registrado discusiones ni enfrentamientos anteriores", remarcó a Los Andes Emilio Moreno, director de Educación Secundaria de la Dirección General de Escuelas.
De inmediato, intervinieron los docentes: el herido fue llevado a la enfermería del colegio y el agresor quedó alojado en la dirección. Por la gravedad de la herida, los primeros auxilios para el joven continuaron en el centro de salud ubicado al lado de la escuela y luego fue trasladado al hospital Notti.
El alumno recibió tres puntos de sutura y quedó internado en ese nosocomio en observación. "Yo lo visité ayer. Por suerte está fuera de peligro", confirmó Moreno y agregó: "Lógicamente, sus padres están consternados y asustados".
Mientras que el herido era atendido, en el colegio los directivos activaron el protocolo para estos casos. Llamaron a la madre del agresor y dieron intervención a la Policía y al Órgano Administrativo Local (OAL).
"Como el alumno utilizó un arma, hay que llamar a la Policía. Los efectivos secuestraron el martillo", remarcó el director de Educación Secundaria. Al intentar encontrarle una explicación a la agresiva reacción del alumno, la madre del menor relató una "difícil situación en su casa", vinculada con su salud.
"Tiene que estar escolarizado"
Por el momento, se resolvió que el chico que golpeó a su compañero no regrese a clases hasta que el Consejo resuelva resuelva su sanción. "Se reunirán mañana", adelantó Moreno.
Pese a esto, la expulsión no es una opción. "El chico tiene que estar escolarizado, primero porque la educación secundaria es obligatoria y segundo porque si lo dejamos en la calle su situación empeoraría. Hay que buscar una forma de trabajar, una posisbilidad es el cambio de escuela", aseguró Emilio Moreno, director de Educación Secundaria de la Dirección General de Escuelas.