Un nene de 7 años, alumno del colegio Murialdo de Guaymallén, tiene tuberculosis y desde el Gobierno provincial pidieron llevar tranquilidad a los padres de ese establecimiento y a todos los mendocinos. El niño está fuera de peligro y en tratamiento en el Notti.
Según explicaron a Los Andes, el menor se sintió enfermo hace dos semanas y sus padres lo llevaron al hospital. Allí, los médicos se dieron cuenta de que los síntomas que presentaba eran compatibles con la tuberculosis y se aplicó el protocolo.
Funcionarios del Ministerio de Salud de la provincia se hicieron presentes en el hospital y se pusieron a disposición de los médicos y de la familia.
El subsecretario de Salud de Mendoza, Oscar Sagás, aclaró que el nene tiene las vacunas correspondientes y que si no hubiese sido así, la enfermedad se habría presentado de otra manera. El funcionario comentó además que hay “muy buena predisposición de la familia y del colegio”.
Aclararon que ni los familiares ni los compañeritos están en riesgo y que están siendo supervisados.
¿Qué es la tuberculosis? ¿Cómo se trata?
En la provincia de Mendoza, como en toda la Argentina, la tuberculosis es considerada un tema de salud pública. Por ello, el Estado se hace cargo en forma total de la detección y tratamiento, independientemente que el paciente tenga o no cobertura de prepaga u obra social. La acción concreta del sistema sanitario estatal va mucho más allá de atender el caso particular para su tratamiento y cura. Realiza un relevamiento de la familia del afectado y de su entorno social, para determinar en qué circunstancias se produjo el contagio y si ha trasmitido la enfermedad a otra persona.
El titular del Programa Provincial de Lucha Contra la Tuberculosis, el médico Alfredo Morán, aclaró que “la tuberculosis pulmonar se contagia directamente de persona a persona a través de las microgotas liberadas por la tos, los estornudos e incluso el habla. Sin embargo, para que se trasmita debe haber como mínimo un contacto permanente con la fuente del bacilo por más de 15 días con una incidencia promedio de 6 horas por día. Por eso es importante que constantemente se detecten pacientes portadores de la enfermedad y se corte la cadena epidemiológica”.
Morán destacó además que “al estar la tuberculosis en todo el mundo, la acción es permanente considerando que en algunos países con mayor incidencia de VIH se ha producido una escalada de los casos, situación que no se da en la Argentina y tampoco en Mendoza”.
La tasa de casos detectados en Mendoza está por debajo de la media nacional, por lo que se quiere llevar tranquilidad a la población porque se puede curar completamente sin secuelas, pero es determinante que se realicen controles periódicos y que el tratamiento no se interrumpa. Se recomienda prestar atención cuando la tos y expectoración dura más de 15 días junto con pérdida de peso, fatiga, inapetencia, entre otros síntomas.
La detección de la enfermedad se realiza a través de una radiografía de pulmón y una baciloscopia de la expectoración. Actualmente, Mendoza tiene laboratorios públicos y privados para realizar este tipo de análisis, por lo que el resultado se puede obtener en breve tiempo. Es muy importante no automedicarse y realizar controles periódicos y tener en cuenta que en la provincia está en vigencia un programa estrictamente pediátrico de seguimiento y vigilancia permanente.
El titular del Programa Provincial de Lucha Contra la Tuberculosis también explicó que el 98% de los niños que nacen en Mendoza reciben la vacuna BCG, pero es necesario aclarar que “su inoculación no evita la tuberculosis pulmonar sino que solamente previene las formas más severas, como es la meningitis tuberculosa”.
Finalmente, señaló que la mortalidad es muy baja y se da en casos que no hayan tenido tratamiento de ningún tipo por no haber sido detectados y también cuando la enfermedad se produce asociada con el VIH u otro mal que afecte el sistema inmunológico.