El proyecto para ampliar la Suprema Corte se define en la Cámara de Diputados en donde el oficialismo, hasta ahora, no tiene asegurados los votos para convertirlo en ley.
Dos diputados aliados al radicalismo, Guillermo Pereyra (Frente Renovador) y Marcos Niven (Partido Demócrata), adelantaron que no acompañarán la iniciativa que permitirá al gobernador, Alfredo Cornejo, nombrar dos jueces más en el máximo tribunal.
Pero en el bloque oficialista no dan todo por perdido y apuestan a lograr acuerdos, sobre todo con el PD, teniendo en cuenta que el partido es parte no sólo del frente sino del Gobierno, con distintos cargos en el Ejecutivo (Richard Battagión es presidente de Aysam y Josefina Canale, titular de Casinos).
“Están dadas las condiciones de hablar, no de imponer una modificación de un poder del Estado al otro. Somos reacios a dar el apoyo a la iniciativa”, adelantó Niven, el único representante del PD en la Legislatura y que en las últimas dos sesiones se diferenció del bloque Cambia Mendoza que integra.
La semana pasada, el demócrata votó en contra de un artículo de la modificación del Código de Faltas, desacuerdo que hizo notar el PJ en la sesión.
El miércoles último se opuso al ingreso del proyecto de modificación de la Suprema Corte. En el bloque Cambia Mendoza no han pasado por alto estas pequeñas rebeliones aunque no dan nada por perdido en cuanto a los acuerdos.
El problema para el oficialismo es que estas diferencias pueden llegar a complicar el proyecto clave de reforma de la Justicia, que busca ampliar de siete a nueve los miembros que integran la Suprema Corte de Justicia mendocina.
De abstenerse o votar en contra Niven y Pereyra, el oficialismo no tiene los votos necesarios para convertir en ley el proyecto considerado como “una reforma estructural” por el gobierno de Cornejo.
Cambia Mendoza necesita del voto de sus 25 diputados para lograr la mayoría simple, siempre y cuando el PJ y el FIT tengan asistencia completa, con 19 y 4 diputados respectivamente.
La oposición, crítica con el proyecto, suma 23 votos negativos al que se agrega el de Pereyra, quien ya adelantó su voto en contra. Es decir, son 24 “no”. En el peor de los casos, el oficialismo tiene que alcanzar el empate (con 24 voluntades) para que el voto del presidente de la Cámara, Néstor Parés, valga por dos e incline la balanza a favor de la sanción final de la ley. Para eso, Niven tiene que acompañar.
Ante este riesgo, en Diputados aseguraron que van a tender puentes en estos días para intentar revertir el escenario que se viene. En esta tarea, las fichas están puestas en el demócrata que todavía no adelanta su voto.
En cambio Pereyra, quien hace poco se distanció de su referente nacional Sergio Massa, ya dijo que votará en contra del proyecto. Algo similar ocurrió con el polémico ítem Aula en marzo de 2016, cuando los dos aliados dijeron que no pero luego el demócrata encontró un punto de acuerdo.
En este caso, el presidente de la Cámara reconoció que tiene “una conversación pendiente para ver cuál va a ser la postura final del PD”. Del otro lado, Niven explicó que a diferencia de otras oportunidades en las que se diferenció, “el tema de la Suprema Corte es más delicado”.
“Es un tema de fondo en el que nuestro partido es cauteloso por principios y valores que sostenemos como sesgo ideológico. Esto empezó con diferencias entre el Poder Judicial y Poder Ejecutivo que no deben ser motivo para aumentar el número de jueces”, señaló el demócrata.
“La Suprema Corte ha tenido algún gesto al poner a Jorge Nanclares como presidente. Él es una persona dispuesta a hablar y a avanzar con la modernización, no es alguien que se oponga a una reforma del Poder Judicial”, consideró Niven, que juega internamente junto al presidente del PD, Carlos Balter.
El diputado demócrata descartó que la nueva negativa vaya más allá de este caso. “Nos sentimos interpretados en el 99% de lo que se ha dicho, pero somos un partido político diferente que integra un frente”, definió y dijo que en lo que viene votará a favor del Presupuesto 2018 que contempla endeudamiento.
La previa de la sanción
El proyecto resistido por la oposición y parte del oficialismo propone llevar de siete a nueve los miembros en el máximo Tribunal y sumar una Sala más al separar la Laboral y Penal (Sala II). El objetivo es descongestionar el Superior Tribunal mendocino.
Esta iniciativa es del senador Juan Carlos Jaliff pero cuenta con el aval de Cornejo. El martes sorteó la primera parada y tuvo la sanción de la Cámara alta, en donde el proyecto fue cuestionado. Al día siguiente, ingresó a Diputados y ni bien inició el trámite que sigue todo proyecto se produjeron los primeros chispazos que anticipan lo que se viene.
En la sesión se votó el estado parlamentario (ingreso del proyecto) y la preferencia con despacho. El martes que viene se reúne Legislación y Asuntos Constitucionales y los planes son que esa comisión, con mayoría oficialista, firme el despacho, lo que dejaría a la iniciativa en condiciones de ser tratada el miércoles.
En esta consideración, el PJ y el FIT se opusieron el miércoles pasado a la votación de la entrada del proyecto, negativa a la que se sumaron Pereyra y Niven. Esto dejó al oficialismo al borde de una derrota, aunque un "descuido" en el peronismo cambió la suerte. Justo en ese momento salieron del recinto Jorge Tanús, Gustavo Majstruck y Carlos Bianchinelli.
